miércoles, 22 de julio de 2015

Francisco Beiró: Predicamento y Honradez por la República

Nació el 19 de septiembre de 1876 en Rosario del Tala, Provincia de Entre Ríos. Egresó como bachiller del Colegio del Uruguay de Concepción del Uruguay y como abogado de la Universidad de Buenos Aires donde se doctoró en el año 1901.
                Fue Comisionado Municipal y Presidente de la Comisión Municipal de Vecinos, Intendente Interino de la Capital.

                Fue presidente de la Convención Nacional y del Comité Nacional de la UCR, diputado nacional entre los años 1918 y 1922. Ocupó el cargo de Ministro del Interior durante los últimos meses del primer gobierno de Hipólito Yrigoyen, allí por 1922, en reemplazo del doctor Gómez.

En 1928 acompañó en su segunda candidatura presidencial a Hipólito Yrigoyen, como candidato a Vicepresidente. La fórmula resultó vencedora, pero Beiró falleció el 22 de julio de 1928, poco antes de asumir el cargo.

                En la ciudad de Buenos Aires llevan su nombre la Avenida Francisco Beiró, principal arteria del barrio de Villa Devoto, en el que residió

                Participó en la revolución Radical del 4 de Febrero de 1905 junto con Hipólito Yrigoyen. En 1912, cuando el radicalismo, a partir de la ley Sáenz Peña inicia su reorganización general con miras a la toma del poder por las urnas, el doctor Beiró presidirá un comité parroquial, formando parte para 1914 del Comité Nacional, del que será presidente hasta febrero de 1922. En 1918, también es nombrado Comisionado Nacional en la Provincia de San Juan.

                Dedicó mucho tiempo y esfuerzos por el progreso y crecimiento del barrio de Villa Devoto será desde 1917 hasta 1920 presidente del Concejo Escolar N° 17, desde donde fundará en 1918 la Asociación de Protección a la Niñez, cuya presidencia ejercerá y cuyo móvil filantrópico será alterado a su muerte, transformándose el “Instituto Roca” que administraba, de ejemplo de enseñanza para niños pobres en un simple “Reformatorio”.

                También participó en la creación del Club Estudiantes de Buenos Aires que en esa época se llamaba Sportivo Devoto.

                Era un hombre sencillo que habitaba en la calle José Luís Cantilo esquina Marcos Paz, Villa Devoto. El edificio principal de su vivienda se conserva y allí residen sus descendientes.

                Se dice según cuentan algunas crónicas de la época que fue Francisco Beiró quién recordando y haciendo honor a la revolución del Parque de 1890 tomara la iniciativa de popularizar como distintivo de la Unión Cívica radical aquellas boinas blancas usadas en la mencionada revolución radical. En cuanto acto público del partido hubiera, sugería a los correligionarios concurrir con su boina blanca.

                En 1926 Francisco fue candidato a gobernador de Entre Ríos, la fórmula fue: Francisco Beiró-Gregorio Morán, en lo que fue la primera confrontación entre dos fórmulas de un común origen cercano. La fórmula del Radicalismo de Entre Ríos (denominación del peculiar antipersonalismo provincial) que resultó triunfante fue Eduardo Laurencena - José María Garayalde.

                Fue elegido el 24 de marzo de 1928 por la Convención Radical Personalista como candidato a Vicepresidente por 142 votos contra 25.

                En las elecciones presidenciales que se desarrollaron el 1° de abril de 1928, la fórmula radical, formada por Hipólito Yrigoyen (con 76 años) y Francisco Beiró, triunfa de manera abrumadora sobre el binomio Antipersonalista Melo-Gallo. La Fórmula de la Unión Cívica radical Personalista fue elegida por una masa impresionante de votantes  838.538 votos contra 414.026 de Melo-Gallo y menos de 65 mil de la tercera Bravo – Repetto. Todos los opositores juntos no sumaban los sufragios radicales. Esta elección sería llamada como el gran plebiscito, justamente por la exorbitante diferencia de votos con los que Hipólito Yrigoyen se adjudicó su Segunda Presidencia. Meses más tarde, muere Beiró y el Colegio Electoral designa en su reemplazo al gobernador electo de Córdoba, Enrique Martínez. Yrigoyen asumirá el poder el 12 de octubre de 1928, en medio del delirio popular.

                Hipólito Yrigoyen gran amigo y correligionario de Francisco Beiró en la militancia, concurría con asiduidad a su domicilio durante el período de su enfermedad.

                El Doctor Francisco Beiró se distinguió a lo largo de su carrera política por su honradez, honestidad e integridad moral puesta al servicio de su ideario republicano.

                Fue un expositor singular y un hombre de gran inteligencia y predicamento. Su figura adquirió dimensiones nacionales, gozando de gran prestigio y admiración por la gran militancia radical. Fue una de las figuras más brillantes de la época con las que contó la Unión Cívica Radical.

                Su conducta y lealtad, además de compartir ideológicamente a un punto extremo con los postulados que el partido defendía le valieron el reconocimiento y la amistad del gran caudillo radical, Hipólito Yrigoyen.

                Al momento de su deceso era aún muy joven, 51 años, su único bien era su casa de Villa Devoto, sobre la que pesaban dos hipotecas. Después de una larga enfermedad fallece el 22 de julio de 1928 sin poder ejercer el cargo para el que había sido nombrado.

                Hoy sus restos, transformados en cenizas descansan en el Panteón de los héroes de la Revolución del Parque, en el Cementerio de la Recoleta, junto a aquellos ilustres líderes que hicieron grande a la Unión Cívica radical.

 


Pablo Eduardo Vázquez

miércoles, 15 de julio de 2015

Arturo Mor Roig: Víctima de la Barbarie Peronista

                Nació en Lérida, Cataluña, España, el 14 de diciembre de 1914, Emigró a la Argentina junto a sus padres, radicándose en San Pedro, Provincia de Buenos Aires, en donde Mor Roig pasó su juventud. Se graduó en la Universidad de Buenos Aires como Procurador, iniciando su carrera profesional en la ciudad de Arrecifes, donde constituyó su hogar, radicándose posteriormente y en forma definitiva en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, posteriormente realizaría su doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina. Se trasladaría a vivir a San Nicolás de los Arroyos, en donde se casó y tuvo cuatro hijos.
                Su dilatada trayectoria política comenzaría en 1939 cuando se afilió a la Unión Cívica Radical. Fue electo concejal en San Nicolás. Aprendió a hacer política al lado de Moisés Lebenshon, a quien lo acompañó en la Constituyente de 1949. Los que lo conocieron lo describen como un político honrado, leal a sus convicciones, político de vocación, conservador, católico y demócrata convencido.

                Fue electo senador provincial en Buenos Aires, cargo que desempeñó entre 1953 y 1955. Tras la Revolución Libertadora que derrocó al gobierno del general Juan Domingo Perón, el radicalismo se dividió en Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) dirigida por Ricardo Balbín de tendencia antiperonista bajo la presidencia de Crisólogo Larralde, y la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) dirigida por Arturo Frondizi con tendencia a conciliar con el peronismo. Mor Roig tomó partido por la UCR del Pueblo, acompañando a Balbín en las elecciones de 1958, aunque quién ganó finalmente las elecciones sería la UCR intransigente de Frondizi.

                En la Convención Constituyente de Santa Fe en 1957, Arturo Mor Roig participó activamente como asesor del Bloque de la UCRP, pues estaba vedada para él la posibilidad de ser Convencional Constituyente por no ser argentino nativo.

El gobierno de facto de la Revolución Libertadora convocó a elecciones generales para el 23 de febrero de 1958 a las que el Radicalismo concurrió dividido. Por  la UCR Intransigente se presentó la fórmula Arturo Frondizi-Alejandro Gómez y por la UCR del Pueblo la fórmula Ricardo Balbín-Santiago del Castillo.

                La UCRI logró ganar las elecciones a partir del acuerdo con el Peronismo que le valió el apoyo de este electorado, por orden explicita del líder exiliado, siendo de este modo consagrado Presidente Arturo Frondizi. Al igual que en todas las demás provincias argentinas, en la Provincia de Buenos Aires, el triunfo correspondió también a la UCRI y a su candidato a gobernador Oscar Alende.

                En 1958 Mor Roig resultó elegido diputado nacional ejerciendo su cargo hasta 1962, cuando fue derrocado Frondizi por un golpe de estado que intervino todas las provincias, y clausuró el Congreso.

                A partir de este nuevo golpe contra la institucionalidad y la democracia argentina, fue justamente, la Unión Cívica Radical del Pueblo a través de sus dirigentes más encumbrados, entre los que sobresalen, Ricardo Balbin y Arturo Mor Roig quienes se convirtieron en los garantes de la defensa republicana de nuestro país y los interlocutores con los demás partidos políticos. Para ello era indispensable lograr un punto de encuentro de todos los sectores políticos y sociales sin ningún tipo de exclusiones, donde debatir y encontrar los denominadores comunes que permitieran regresar a la Argentina a la vida democrática. Era necesario concretar un programa mínimo para lograr el retorno Constitucional.

                Como resultado del esfuerzo militante y cívico de Balbin y Mor Roig nació la Asamblea de la Civilidad el 12 de marzo de 1963 celebrado en Unione e Benevolenza, de la que participaron ocho agrupaciones políticas (UCRP, UCRI, Justicialistas, Demócratas Cristianos, Demócratas Progresistas, Conservadores Populares, Socialistas Argentinos y Federales).          Mor Roig postulaba sobre la cuestión y planteaba la posición de la UCRP: "Nosotros queremos crear un programa mínimo de objetivos fundamentales que se convierta en la plataforma del mínimo común denominador de todas las agrupaciones políticas, que la suscribirían para ofrecer una garantía de estabilidad a la ciudadanía. Propongo, por ejemplo, que todos los partidos se comprometan a dar apoyo legislativo necesario al próximo Poder Ejecutivo, porque eso es indispensable frente a la realidad del sistema proporcional"

                En la mencionada Asamblea se suscribió el Acta de Coincidencia Nacional que contenía ciertos puntos de acuerdo en materia política, social y económica. El acta era fundamentalmente una declaración política en defensa de la democracia, la libertad de sufragio y la igualdad y el derecho de todas las agrupaciones políticas a la participación política en un ámbito democrático como ejes sobresalientes.

Mor Roig como el resto de los dirigentes de la UCRP, apoyaron a Arturo Illia en las elecciones de 1963, en dichos comicios, la fórmula de la UCRP Arturo Illia - Carlos Perette resultó la más votada (25,15%) y reunidos los colegios electorales en todo el país, los candidatos radicales fueron consagrados Presidente y Vicepresidente de la Nación por la mayoría absoluta de los mismos. En esta elección, Mor Roig, volvió a ser elegido diputado nacional y ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados, hasta el nuevo golpe de estado de 1966, que instaló la dictadura del general Onganía.

                El gobierno de Arturo Illia, surgido de las elecciones del 7 de julio de 1963, debido a la escasa cantidad de votos que había obtenido, se encontró en la necesidad de contar con acuerdo de otros bloques para obtener la sanción de leyes de vital importancia para el desarrollo nacional y la vida institucional de la República. Esta situación ponía al gobierno Nacional en un claro estado de debilidad, es por esto que Mor Roig ideó un plan para fortalecer al gobierno y dotarlo de la gobernabilidad que necesitaba, el proyecto de Mor Roig era por un lado reunificar a la UCR convocando a la UCRI liderada por Oscar Alende a formar parte del Gobierno nombrando al dirigente como Ministro de Salud Pública y Acción Social. Por otra parte proponía consagrar al Gral.(R.E.) Pedro Eugenio Aramburu como Senador por la Capital Federal en reemplazo del senador radical Ricardo Bassi, de esta forma, Aramburu sería designado Presidente Provisional del Senado, así romper con el frente Militar que hegemonizaban los “Azules”. Este plan de Mor Roig no tuvo el consenso dentro de la UCRP y no fue puesto en práctica.

Era claro que la figura de Mor Roig ya por estos tiempos gozaba de gran aceptación y era considerado un indiscutido referente de la UCRP. Durante este mandato parlamentario donde le tocó participar siendo un oficialismo en clara minoría dentro de la cámara, volvió a dar acabadas demostraciones de su capacidad de trabajo y su inteligencia, lo que lo convirtió desde entonces en un indiscutido referente político del Radicalismo.

                Hacia 1966 el clima político era realmente complejo para el gobierno de Don Arturo Illia, los legisladores peronistas solo cumplían la misión de obstaculizar los proyectos de ley que mandaba el Ejecutivo, entre ellas, la Ley de Presupuesto, estas acciones fueron preparando el clima para el Golpe de Estado que finalmente ocurriría bajo el nombre de “Revolución Argentina”, apoyada por militares, sindicalistas y empresarios, con el aval de las empresas multinacionales, que pondría en el sillón de la Casa Rosada al dictador Ongania.

                Otra vez los destinos de la Nación pondrían a la Unión Cívica radical al frente de la misión de la Reparación Nacional, la recuperación de la democracia y la búsqueda del respeto a la Constitución y la Institucionalidad en nuestro País. A esta tremenda tarea se pondrían al frente Ricardo Balbín y Arturo Mor Roig, así surgió “La Hora del Pueblo” emulando aquella Asamblea de la Civilidad que nucleaba a los partidos políticos más importantes.

                El 26 de Marzo de 1971 asumiría de facto, nombrado por la Junta de Comandantes, la Presidencia de la Nación el Gral. Alejandro Lanusse, ofreciéndole el Ministerio del Interior al Dr. Arturo Mor Roig, este ofrecimiento generaría importantes discusiones dentro de la Unión Cívica Radical.

El Objetivo de Lanusse, según se cree fue afiliado radical, era la salida electoral que pusiera fin al régimen militar imperante desde 1966 y para ello entendía que Mor Roig era el hombre que reunía las cualidades para llevar adelante la transición hacia la vía democrática, cualidades que lo tenían como un hombre de dialogo, de consensos y el respeto que de él tenían todas las fuerzas políticas.

Mor Roig quien entendía que su labor al frente de la mencionada cartera podía ser una herramienta fundamental para reestablecer definitivamente la democracia en la argentina, condicionó su aceptación al cargo a que todos los Partidos participantes en “La Hora del Pueblo” dieran su conformidad.

Todos los Partidos prestaron su conformidad a que la figura de Mor Roig Se hiciera cargo del ministerio del Interior con el firme compromiso de trabajar por el restablecimiento de la democracia y la reapertura de los procesos electorales sin condicionamientos ni proscripciones. La única resistencia se dio justamente dentro del seno de la UCRP conducido por su amigo de siempre Ricardo Balbin, el propio Raúl Alfonsin pidió la expulsión de Mor Roig si dicho nombramiento se materializaba, incluso el mismo Perón desde Madrid utilizó todos los medios posibles para convencer al radicalismo de la importante tarea que la propia Unión Cívica Radical a través de la figura de Mor Roig tenía en dicho proceso de restablecimiento de las instituciones de la democracia.

Desde el radicalismo se creía que sería perjudicial para el partido quedando este expuesto a una situación de colaboracionismo con un gobierno de índole militar y de facto. Finalmente, “La hora del Pueblo” autorizó a Mor Roig a aceptar el nombramiento a pesar de la oposición de la U.C.R.P, finalmente, Mor Roig asume el Ministerio del Interior el 26 de marzo de 1971.

Ante la negativa de la Unión Cívica radical al pedido de la Hora del Pueblo a que Mor Roig se hiciera cargo del Ministerio del Interior, éste presentó su renuncia como afiliado al Comité San Nicolás para no comprometer al Partido durante su mandato, dicho Comité no aceptó su renuncia y a cambio le concedió una licencia, entendiendo que Mor Roig no había perdido sus valores como militante radical, sino que el propio Mor Roig comprendía que el país requería lo mejor de su figura para poder reestablecer la democracia tan ansiada.

Su primer medida como Ministro fue cesar la disolución de los partidos Políticos y por ende reactivarlos y permitir la actividad política en todo el país, además ordenó que se les devolvieran los bienes incautados durante la Revolución Argentina, y creó la Cámara Nacional Electoral y logró la sanción del Código Electoral incluyendo la convocatoria a elecciones generales para el 11 de marzo de 1973.

                En la Ley Orgánica de los Partidos Políticos, que lleva la firma de Arturo Mor Roig, existe una definición respecto de la libertad electoral que parecía una utopía para la época. Expresa: "No hay proscripciones ideológicas. El reconocimiento alcanzará a todas las agrupaciones que se organicen y funcionen como partidos políticos”. Mor Roig en ningún momento ocupó el cargo de ministro como  representante de las Fuerzas Armadas sino que procuró ser en todo momento un instrumento de ésta en la restauración de las instituciones republicanas.

                Si bien, Mor Roig no había podido cumplir todos sus objetivos, lo cierto es que este proceso, que fuera sistemáticamente boicoteado tanto por la derecha como por la izquierda que lo único que buscaban era seguir fundamentando su accionar violento, finalizó el 11 de marzo de 1973 cuando la fórmula del FREJULI, Campora-Solano Lima se impuso en las elecciones.

                Las elecciones de 1973, lamentablemente, no generaron ese régimen democrático estable al que Mor Roig aspiraba. Los años que siguieron vieron al país sumergirse en la violencia con la mayor pérdida de vidas por conflictos civiles desde el siglo XIX, producto de la “guerra” que mantenias la derecha y la izquierda Peronista.

 Una vez asumido el nuevo Gobierno, Mor Roig se retiró de la Política, se mudó a un departamento del la calle arenales en la ciudad de Buenos Aires y se dedicó a desarrollar sus labores en la actividad privada, muy lejos de acogerse a jubilaciones de privilegio u otras prebendas, además debido a la amistad que tenia con el director del Diario El Día de La Plata, escribía semanalmente comentarios políticos bajo el pseudónimo de Esteban Sastre.             

Así lo encontró la muerte, ese día del 15 de julio de 1974 se encontraba almorzando sin custodia alguna en un restaurante de San Justo (Rincón de Italia) con dos amigos, cuando dos jóvenes que estaban en una de las mesas del comedor se acercaron y le dispararon alrededor de diez veces. Inmediatamente ingresaron al local otros dos hombres armados con escopetas de caño recortado que procedieron a ultimarlo en el suelo. Mor Roig estaba desarmado. Le habían pedido custodia pero la había rechazado.

Este no fue un crimen más, no tiene explicación lógica ni racional, la Nación se encontraba profundamente sumergida en el caos, del desgobierno Peronista, la barbarie, la violencia, la inseguridad y la falta de moral fueron el fruto de las profundas contradicciones internas del peronismo. A Mor Roig lo mataron por haber sido el artífice del Gran Acuerdo Nacional propiciado por Lanusse para dar una salida política a la Revolución Argentina. Montoneros explicó que Mor Roig había sido asesinado para advertirle al gobierno nacional (Peronista) y a Balbín que la organización armada peronista debía ser tenida en cuenta en futuras negociaciones políticas. El asesinato de Mor Roig, apenas dos semanas después de la asunción de Isabel Perón, puede ser visto como parte de un plan para demostrar su poder y extorsionar al gobierno. Basta señalar que en 1974 hubo 117 secuestros y 110 personas asesinadas. Y durante ese año, en pleno funcionamiento de las instituciones democráticas, ejercían la Presidencia de la Nación el General Juan Domingo Perón, y luego de su muerte, su esposa y sucesora, María Estela Martínez. Fue en ese clima de intolerancia que se produjo la muerte de Mor Roig.

Su asesinato confirma que la pretensión de quienes militaban y actuaban en las organizaciones terroristas de entonces no era simplemente lograr el fin de la dictadura sino reemplazarla por otra.

 

Pablo Eduardo Vázquez

sábado, 11 de julio de 2015

Juan Mamerto Garro

                Juan Mamerto Garro Ortiz, nació el 11 de julio de 1847 en el pantanillo, departamento de San Martín, San Luis; era hijo de Juan Francisco Garro e Isidora Ortiz Guiñazu, dos personas fuertemente ligadas a familias conocidas y pudientes de la Provincia, además de Juan Mamerto, el matrimonio tuvo seis hijos más, (Petrona Celestina, Pedro, Loreto, Manuela y Circuncisión). D. Juan Francisco era dueño de una estancia en el Pantanillo, donde residía con su familia. Aquel paraje es uno de los sitios pintorescos de la sierra puntana, cuyas ramificaciones orientales ocupan el oeste y norte del departamento San Martín. D. Juan Francisco era hijo de D. Martin Garro de gran participación en la época inicial de la autonomía provincial, y doña Isidora era sobrina del ex-gobernador D. José Santos Ortiz, sacrificado con Quiroga en Barraca - Yaco en el año 1835.
                Juan M. Garro fue bautizado por el cura Juan José Gif en la Capilla de Nuestra Señora del Rosario de las Lagunas, Curato de Renca. Contrajo matrimonio dos veces, con Eugenia Soria el 24 de noviembre de 1875 en Nuestra Señora de la Asunción, ciudad de Córdoba y más tarde con su sobrina, Carlina Ortiz.

                Cursó sus estudios primarios en la escuela fiscal de San Luis creada por Don Pablo Lucero y que funcionaba en el viejo Cabildo. En el año 1861 ingresó, como pupilo, al Colegio Monserrat de Córdoba, donde, en el año 1866 obtiene la distinción máxima que otorgaba el gobierno nacional: premio de oro.

                En 1868 ingresa a la Universidad de Córdoba, obtendrá su título de abogado en 1872, luego se recibirá de doctor en Jurisprudencia, durante esta etapa de estudiante, también dará inicio a su carrera de escritor con el ensayo “Reflexiones sobre la existencia del orden moral y la ley Natural”. A lo largo de su vida, fue abogado, juez, historiador, escritor, profesor universitario y político.

                Garro, era una de las más claras mentes del radicalismo en sus inicios, brillante escritor, excelente orador y un gran intelectual que puso toda su capacidad en función de defender la República, las libertades y la democracia, más allá de su intelectualidad, su patriotismo y sus firmes convicciones lo llevaron a ser uno de los líderes de las Revoluciones radicales.

                Fue una clara figura representativa de la ilustrada generación del 80, en 1891 se desempeñó como profesor de economía política de la Universidad de Córdoba, escribió numerosos libros sobre política, historia y religión, es importante resaltar la importancia de sus obras; desde el punto de vista pedagógico su obra para la historia de la educación y de la cultura argentina: “Bosquejo histórico de la universidad de Córdoba: con un apéndice de documentos”, publicado por la Imprenta y Litografía de M. Biedma (1882) adquirió una significativa importancia. También es autor de “Nicolás Avellaneda: escritos y discursos”, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco, 1910. Con José Manuel Estrada escribió “El Génesis de nuestra raza. El catolicismo y la democracia. Los comuneros del Paraguay”.

                Garro, participó activamente en los diferentes núcleos católicos, especialmente fue uno de los hombres de la Unión Católica fundada por José Manuel Estrada. Con quien mantuvo una estrecha vinculación, además, fue participe  en la conducción de organizaciones católicas de la Provincia de Córdoba, dentro de su accionar en el catolicismo, se desempeñó como redactor del periódico El Porvenir, órgano de prensa perteneciente al presbítero Jacinto R. Ríos. El Porvenir era un diario católico que circuló hasta 1894 y apoyaba a la Unión Cívica aunque no era su periódico partidario. Cuando éste desaparece, la juventud católica da nacimiento a Los Principios (LP), que alienta a la UCR en sus primeros años.

                Juan M. Garro, representó a San Luis ante el Congreso Nacional, fue diputado nacional durante la presidencia de Nicolás Avellaneda (1874-1880). Allí, cabe mencionar que fue el autor del proyecto de ley por el cual Argentina adoptó el sistema métrico decimal en 1876.

                Ha de destacarse, desde el punto de vista educacional, la importante intervención que tuvo en la sanción de la ley Nº 934 de Libertad de enseñanza de 1870.

                Fue uno de los fundadores de la Unión Cívica en la provincia de Córdoba. La Unión Cívica en Córdoba, inicialmente adopta el formato de liga, asociación cívica o patriótica, pero no la de partido político, su nacimiento como movimiento político está fechado el 15 de mayo de 1890 en la asamblea que tiene lugar en la capital provincial, cuando un grupo de hombres que no comparte las prácticas políticas del Partido Autonomista Nacional (PAN), organiza su primera comisión directiva, que sería presidida por Garro. Esa reunión, congrega a ciudadanos pertenecientes a los sectores denominados prestigiosos y pero también de otros estratos sociales, es un punto de inflexión en el devenir político de la provincia, caracterizado por la disconformidad de diferentes sectores frente a los atropellos e injusticias ocasionados por el régimen conservador que, a criterio de los cívicos, se origina en la restricción al libre ejercicio de los derechos políticos garantizados por la Constitución Nacional.

                La Liga o la Unión Cívica, ofrece la apertura cívica con la inclusión de extranjeros y de mujeres, actores sociales para quienes el sistema electoral y la mentalidad de la época restringen los derechos políticos, en esas demostraciones políticas, está orientada, también, a incluir a la juventud, quienes forman el Club de la Unión Cívica de la Juventud.

                Juan M. garro, integró la Junta Civil Revolucionaria que dirigió la Revolución del 90 junto con Leandro N. Alem y Juan Posse.

                El 21 de mayo de 1891, estalla la revuelta cívica en Córdoba, complementaria de la Revolución del Parque. Este alzamiento armado fue dirigido en su gran mayoría por dirigentes políticos, como Juan M. Garro, Pedro C. Molina, Manuel Vidal Peña, el presbítero Eleodoro Fierro - el cual se pone al frente de un acantonamiento y otros, tanto o más ilustres, que se confunden con artesanos y estudiantes, cuyos nombres, citados en las crónicas de la época, alcanzaron después relieves históricos. Eran cerca de 350 hombres, con muy escasa preparación militar, dirigidos por el ex comandante Bello a quien lo secundaban los capitanes Espinosa, Estrada, Balcarce y el subteniente Tornquist.

                En 1891 participó de la fundación de la Unión Cívica Radical, el 26 de junio de 1891 Leandro N. Alem cita a la Convención Nacional que se reúne en la Capital Federal, Garro participa de la misma en carácter de delegado por Córdoba. Allí se proclama la fórmula presidencial para las próximas elecciones compuesta por Bernardo de Irigoyen-Juan M Garro, esta fórmula se vio frustrada debido a la represión y las presiones ejercida por el gobierno del presidente Carlos Pellegrini. Después de claras manifestaciones antidemocráticas y persecutorias contra los dirigentes y seguidores de la Unión Cívica Radical y ante la falta de garantías para establecer un acto eleccionario transparente el radicalismo decide la abstención.

                En 1904 es electo Consejero de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Bs. As. Entre el 25 de septiembre de 1906 y el 1 de marzo de 1908 se desempeñó como Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

                Durante la presidencia de Roque Sáenz Peña fue ministro de Justicia e Instrucción Pública desde octubre de 1910 hasta julio de 1913. Tiempo después, ya alejado del Ministerio, Sáenz Peña le ofrece el cargo de Vocal de la Cámara Federal de la Ciudad de Bs. As, pero rechaza el ofrecimiento argumentando que los cargos de la Justicia deben adjudicarse por ascenso dentro de la carrera judicial y que no era un vulgar perseguidor de empleos públicos.

                En 1917 fue nombrado por el Presidente Hipólito Yrigoyen, como interventor federal en la provincia de Tucumán, para suceder al depuesto gobernador Radical Juan Bautista Bascary. Esta intervención se dio, debido a que la U.C.R. "personalista" o "roja", que apoyaba a Bascary comenzó un acelerado proceso de fragmentación, se dividió en "negros" y "sovietistas", estos últimos agrupando a los obreros de los ingenios azucareros. Yrigoyen intervino la provincia a pedido de Bascary hasta julio de 1918, para reponerlo en el gobierno nuevamente. La situación continuó conflictiva hasta que el 26 de diciembre de 1920, el gobierno nacional intervino definitivamente la provincia, desplazando a Bascary de la gobernación por los Comisionados nacionales Juan M. Garro y Julio B. Lezana.

                Juan Mamerto Garro, uno de los fundadores de la Unión Cívica radical y uno de los líderes de la Revolución del Parque, un intelectual de firmes convicciones que llevó adelante sus ideas hasta el día de su fallecimiento el 27 de diciembre de 1927 en Cosquín, Córdoba a los 80 años.

 

Pablo Eduardo Vázquez

miércoles, 1 de julio de 2015

Angel Gerardo Pisarello: Su Vida por la Libertad

 Nació el 24 de Septiembre de 1916 en La Salada, Provincia de Corrientes, sus Padres fueron José francisco Pisarello, (también nacido en La salada el 4 de Octubre de 1885 y Delfina Virasolo. Luego, se trasladarían al Chaco donde se establecieron en una Imprenta. Ángel, trabajaba con un tío tipógrafo en las ediciones pueblerinas de un periódico radical.
                En Chaco, Pisarello fue auxiliar de contaduría de la Municipalidad,  allí comenzó su actividad política y militante en la Unión Cívica Radical y fue secretario del Concejo Deliberante. Ése fue su primer trabajo político, allí por 1938.

                Se fue a Córdoba para estudiar abogacía pero no lo aceptaron porque su primo hermano, era miembro del Partido Comunista. Se va a Buenos Aires y le sucede lo mismo. Finalmente lo aceptan en la Universidad de Tucumán. En Tucumán, apenas ingresó, lo eligieron consejero directivo de la facultad. En 1946 es elegido  delegado de la Facultad de Derecho en la Federación Universitaria de Tucumán.

                Sucedía alrededor del año 1947 con Hugo Fabio y con Celestino Gelsi – ex gobernador de Tucumán- arman la Juventud Radical. En el 48’ siendo aún Estudiante de Abogacía salió electo Senador Provincial. Fue miembro de la Convención Constituyente de Tucumán que sesionó en 1949.

En 1951 fue reelecto como Senador Provincial, en ese mismo año obtendría su titulo profesional.

Estaba casado con Aurora Pilar Prados y tuvieron cuatro hijos, Aurora (Tatá), Silvia Inés, Ana María y Ángel Gerardo Pisarello (h).

                En 1951 sufrió 19 días de detención, acusado de desacato por las críticas que vertió al presidente Juan Domingo Perón en una publicación radical. Desde 1955 ejerció la docencia en el Colegio Nacional Bartolomé Mitre.

                No se oponía a las transformaciones sociales de Perón, más aún, por allí afirma que las banderas fueron cedidas por el propio radicalismo. Banderas entregadas a lo cual él siente una vergüenza íntima. Pero para su criterio en el Peronismo faltan los derechos, el respeto a las instituciones y a la República.

                En los diarios de sesiones de esa época se puede ver claramente su pasión y compromiso, porque a pesar de que había 29 peronistas y un solo radical, no se lo dejaba hablar, entonces aparece en la versión taquigráfica: “doctor Pisarello bájese de la mesa porque no tiene la palabra”, cuenta su hija, que este tipo de acciones eran comunes.

                Después le hicieron juicio político. Lo defendió el doctor Ramón Adrián Araujo. Lo expulsaron, mientras hacían lo mismo con Celestino Gelsi en  la Cámara de Diputados.

                Alem e Yrigoyen fueron sus héroes, sus márti­res, sus guías y de ellos toma una pasión cívica extrema, como así también sus conductas y principios.

                Se fue creando alrededor de su figura una mística de la intransigencia, del radicalismo popular, de la causa contra el régimen. El Dr. Angel Gerardo Pisarello convocaba a la rebeldía y a la rebelión. Sé unió a la batalla contra la injusticia, por la democracia, los derechos humanos y las libertades.

                Era un convencido que otra sociedad es posible, donde el derecho y la libertad sean bandera de igualdad y lucha por una sociedad mejor, sin excluidos privados de derechos, sin desterrados en su propia tierra, sin ciudadanos carentes de sueños. Él era así: Radical, inteligente, voraz lector, de carácter vehemente y apasionado, un empecinado, solía resultar una incomodidad para muchos.

                En 1965 fue designado embajador extraordinario y ministro plenipotenciario en Tanzania, África durante el gobierno de don Arturo Illia. Varias veces candidato a diputado y a senador nacional. Ejerció la Presidencia de la Unión Cívica Radical de Tucumán en varias oportunidades, como así también diversos cargos Partidarios durante toda su trayectoria política.

                En enero de 1975, "Bajo el nombre de Operativo Independencia”, se desató en Tucumán la criminal actividad genocida que tendría su punto culminante durante el mandato, como gobernador de facto de la provincia de Tucumán, del General Bussi, aquí se desarrollarían "las tareas más salvajes y criminales de represión".

                En estos agitados años 70’ lo tuvieron a Ángel Pisarello como protagonista importante con su firme defensa a presos políticos; ello le valió, en 1975, que una bomba destruyera la mayor parte de su estudio jurídico.

                Se convierte en el único defensor de presos políticos de la Provincia de Tucumán, sometida al operativo de exterminio, visita y atiende a los presos tucumanos y presenta innumerables Hábeas Corpus.

                Durante estos tiempos difíciles decidió permanecer en su puesto, atendiendo a los ciudadanos sin derechos, sin libertad, sin seguridad, convirtiéndose en el defensor de los derechos humanos, y así llevó adelante procesos por cuestiones políticas ad honorem.

                Pisarello, que había sido presidente de la Junta de Gobierno de la Unión Cívica Radical de Tucumán, fue secuestrado, torturado y asesinado. Fue secuestrado el 24 de Junio de 1976 en su domicilio por un grupo de tareas al mando de Roberto "el tuerto" Albornoz.

                Ángel Pisarello fue un militante popular, un dirigente partidario que sacrificó su vida en defensa de sus ideales, que no eran otros que la defensa irrestricta del Estado de Derecho, de la legalidad republicana, de las garantías individuales, de la tolerancia en tiempos de tanta violencia.

                Pensaba que el radicalismo tenía un compromiso indisoluble con el pueblo, un compromiso de cambio social, un compromiso con una sociedad mas justa, más libre y más igualitaria. Como decía él, eran tiempos de “cambiar los rumbos radicalmente, esa es la consigna, lo contrario será en vano”. Fue una bandera para los jóvenes radicales de las décadas de 1950 a 1970, por lucha, conducta, liderazgo y convicción de sus actos.

                Preparaba unos locros en ollas grandes de hierro para todos los estudiantes que tuvie­sen hambre. Pero para ello había que mostrarle la libreta universitaria. En medio de los locros conversaba, educaba y adoctrinaba a aquellos jóvenes estudiantes.

                Como sus héroes, Alem e Yrigoyen, no abdicó. Lo secuestraron una noche del invierno de 1976, y apareció asesinado el 1° de julio, con las manos atadas por alambres, á la vera de un camino de Santiago del Estero.

                Los radicales no debemos ni podemos olvidar a este hombre, ni dejar su ejemplo en el olvido, su nombre es otra prueba cabal del compromiso con los derechos y la libertad que tiene como mandato y bandera la Unión Cívica Radical.
 

Pablo Eduardo Vázquez