domingo, 29 de enero de 2017

RAMÓN ARTURO AHUMADA – UCR Catamarca

                El Dr. Ramón Arturo Ahumada y Avellaneda, nació en Sucma, El Alto, una pequeña localidad de la Provincia de Catamarca en 1893, su padre era Ramón Clero Ahumada y Segura, y su madre  Doña Asunción Avellaneda. Los Ahumada, eran una familia de gran tradición en la provincia de Catamarca, a la vez que poseían una gran fortuna y un destacado nivel socioeconómico, fue una familia que supo estar vinculada siempre al poder y la política catamarqueña.

                Ramón Arturo era medio hermano de Ramón Clero Ahumada quien fuera el primer Gobernador Radical de la Provincia de Catamarca, y que asumió la gobernación por el período 1920-1924, siendo este el primer Ahumada en integrar las filas de la Unión Cívica Radical cuando dejó el partido Constitucional. Ramón Arturo siguió los pasos de su medio hermano y ocupó un rol protagónico en las filas del radicalismo catamarqueño donde desarrolló su vida política y pública.

                Ramón Arturo, estudió y se recibió de abogado, profesión que desarrolló hasta el final de su vida, tanto en el ámbito privado como público, siendo reconocido como un prestigioso abogado, juez y jurista entre sus propios pares.

                Contrajo matrimonio  con Doña Sara González Cáceres, tuvieron tres hijos: Don Emir Edgar Ahumada y González Cáceres. Doña Sara Lilia Ahumada y González Cáceres. Don Adolfo Cesar Ahumada y González Cáceres.

                De joven y aun siendo estudiante, se afilió a la Unión Cívica Radical, partido en el que desarrollaría una gran actividad política y publica, siendo Diputado Provincial, luego Senador Provincial y Ministro de Gobierno, representando al partido con hidalguía, honestidad y un fuerte contenido ético y moral en ambas cámaras provinciales como así también cuando le tocó desarrollarse en cargos del Poder ejecutivo.

                Sin trascender a nivel nacional, la política le deparó una larga trayectoria en el ámbito provincial dentro de las filas de la Unión Cívica Radical, al fallecer, en enero de 1957, era miembro del Poder Judicial local.


Pablo Eduardo Vázquez

jueves, 26 de enero de 2017

URBANO GIRARDI




EL RADICALISMO CATAMARQUEÑO

Urbano Girardi, nació en Piedra Blanca, Provincia de Catamarca, el 25 de febrero de 1885. Era hijo de don Luigi Pascuale Girardi, un farmacéutico italiano y de una catamarqueña, doña Concepción Molas. Urbano, de joven se dedicó a las labores agropecuarias en sus tierras de Piedra Blanca, Collagasta y Balcosna, además, su gran labor en la mencionada profesión, le valió el reconocimiento de sus pares y de esta forma, llegó a integrar las sociedades rurales de Fray Mamerto Esquiú y Valle Viejo.  Entre sus otras ocupaciones, Girardi trabajó varios años como gerente del Banco de la Provincia. En ambas tareas, promulgó, apoyó y se ocupó intensamente por el mejoramiento de la industria de su provincia, este esfuerzo le sirvió de manera significativa para que su imagen creciera entre la sociedad catamarqueña.
Fue una figura muy importante del Radicalismo catamarqueño. Su recorrido a través de la política lo inició de joven cuando adscribió a la lucha que llevaba adelante la Unión Cívica Radical, allí vio expresado tanto sus ideales como su pensamiento y acción personal. Se caracterizó por ser un hombre honesto con grandes valores éticos y morales que hacía de su conducta su credo más valioso, sus principios no eran otros que los mismos de la U.C.R., respeto a la Constitución Nacional y las instituciones republicanas, libertad, igualdad y participación del pueblo en la cuestión pública.
Se desempeñó como legislador provincial, manteniendo su lealtad con la línea histórica del radicalismo inspirada por Hipólito Yrigoyen, lo que unido a su gran prestigio lo llevó a ser elegido Gobernador de Catamarca en 1928.
La renovación de la Gobernación fue bastante traumática, tras desavenencias políticas y falta de consenso dentro del Colegio Electoral, la realización de elecciones fue postergada. De esa manera, el periodo del Gobernador Madueño concluyó sin  tener sucesor, por lo que el gobernador saliente entrego el mando al presidente provisional del senado, doctor Tomas A. Vergara. El gobernador provisorio convoco a nuevas elecciones presentándose únicamente la Unión Cívica Radical con la formula Urbano Girardi-Julio Figueroa. El 29 de abril de 1928 se realizaron las elecciones, la Unión Cívica Radical obtuvo 10765 votos contra 1264 en blanco y 275 del Partido Socialista que había presentado candidatos solamente en Valle viejo, Andalgalá, La Paz y San Fernando. De esta manera Urbano Girardi es proclamado Gobernador de la Provincia de Catamarca, iniciando el ejercicio de la primera magistratura de la provincia desde el 9 de julio de 1928.
Girardi, fiel a su formación y sus ideales, pretendió darle a su gobierno un perfil austero y progresista, sus dos ejes centrales eran, el saneamiento de la economía catamarqueña e impulsar el desarrollo de la industria, para él eran sustanciales estos dos ejes para sacar a la sociedad Catamarqueña del atraso, como así también para terminar definitivamente con una Provincia deficitaria que llevaba más de una década en números rojos. Como Gobernador, Urbano Girardi dejó las huellas indelebles de su honradez, de sus nobles intensiones y de sus benéficas obras de gobierno.
Su gobierno trató de llevar a cabo varias iniciativas de bien público. En una economía de subsistencia, como la catamarqueña, todos los gobernantes trataron de mejorar y reordenar el sistema de percepción de rentas, instrumentando diversas medidas entre la que sobresalen las nuevas valuaciones de las propiedades territoriales. Para sanear el déficit fiscal que arrastraban las arcas de la provincia propuso renovar la legislación rentística para de ese modo, mejorar la recaudación y emprender políticas tendientes a solucionar problemas. A fin de mejorar la recaudación, se dictó una nueva Ley de Marcas y Señales, la cual arrojó una notable mejoría en la recaudación. En este sentido se aprobaron nuevas leyes de patente, consumo y sellos lo que permitió incrementar el presupuesto  en una suma mayor, además, se avanzó en una mayor presión impositiva a la vez que se buscaba nuevos ingresos centralizando la recaudación de aquellos que estaban en manos de los municipios, lo que generó reacciones adversas de los contribuyentes,, tanto los pobladores como los municipios sentían una asfixia financiero y lo hicieron notar en los reiterados reclamos.
El 1º de octubre de 1928 se aprobaron las obras de pavimentación de la capital para lo que se contrató a la empresa Warren Brothers en la suma de $1.250.000, los trabajos se desarrollaron con celeridad y pudieron inaugurarse a comienzos de 1930. Asimismo se realizaron trabajos de embellecimiento de la plaza principal, se amplió el  ancho de las avenidas laterales y se realizaron trabajos para mejorar el servicio eléctrico, para lo cual se contrató a la compañía Siemens Schukers.
La gestión gubernativa de Girardi se vio interrumpida por el golpe militar que depuso a Yrigoyen el 6 de  septiembre de 1930 y que fue encabezada por el Gral. Uriburu, dando así comienzo a una de las dictaduras más nefastas de nuestra historia que fue conocida como la “Década Infame”, implantándose el fraude, la persecución política, los contubernios políticos y la entrega continua del patrimonio nacional a las grandes corporaciones y monopolios internacionales. En la Provincia de Catamarca, Girardi fue depuesto y usurpado su gobierno por Pablo Calatayud, allí, fue el jefe del levantamiento el jefe del Regimiento Tte. Coronel Arturo Chamorro, quien luego, asumió el gobierno en nombre de la Junta Revolucionaria.
A Urbano Girardi, como a tantos otros dirigentes del radicalismo le toco vivir una de las etapas más aciagas de la Unión Cívica Radical, iniciada la década infame, desde el gobierno encarcelaron a los principales dirigentes del radicalismo, los que gozaron de la libertad eran sujeto de continuas persecuciones y difamaciones públicas, se proscribía a la Unión Cívica Radical esporádicamente cada vez que se iba a desarrollar alguna elección con el fin de que ésta no saliera triunfante de la contienda electoral y a todo esto se le sumaba la desaparición del gran Caudillo, Hipólito Yrigoyen, de esta forma y ante todos estos motivos, la Unión Cívica radical había quedado casi desmembrada. En este contexto fue que Urbano Girardi fue uno de los dirigentes que le toco conducir la Unión Cívica Radical en Catamarca. Los radicales de todo el país y los catamarqueños no fueron la excepción, se propusieron y  entablaron una lucha feroz y sin cuartel contra el fraude más escandaloso, que imperaba en Catamarca. Fue dos veces candidato a gobernador por el radicalismo y elector a presidente y vicepresidente de la Nación. También, fue miembro de la Convención Nacional durante los años de la década infame, y presidente de la Convención Provincial de la UCR de Catamarca a partir de 1941.
Falleció en su casa de Fray M. Esquiú el 26 de enero de 1945, a los 59 años. Al fallecer, la prensa dijo de él que fue un “miembro de la Unión Cívica Radical que ofreció un ejemplo de consecuencia, pues sostuvo su credo en la buena y en la mala fortuna.”


Pablo Eduardo Vázquez

viernes, 13 de enero de 2017

Julio César Saguier y Pociello Argerich

Nació en Buenos Aires el 18 de junio de 1935. Hijo de Julio César Saguier Gondra y María Josefa Pociello Argerich. En los años '50 contrajo matrimonio con Matilde Ana María Noble y Mitre (sobrina de Roberto J. Noble fundador del diario Clarín), en 1992, Matilde de Saguier compra acciones del diario La Nación. Tuvieron seis hijos: Julio César (n. 1960) Alejandro Julio (n. 1961), Fernán Julio Martín Saguier (n. 1963), Luis María julio Saguier, Matilde Florencia Saguier y María Lucía Saguier.
Se desarrolló en la vida profesional como abogado. Se afilió a la Unión Cívica Radical desde jo0ven, allí por la década del 50’. Durante las presidencias radicales de Arturo Frondizi y Arturo Illia ocupó cargos en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires. En 1973, dentro de las filas de la Unión Cívica Radical, dio su aporte a la candidatura presidencial de Ricardo Balbín. En 1983 con el advenimiento de la democracia, pertenecía al sector interno en el radicalismo del Movimiento de Renovación y Cambio, aquel movimiento que fundó Raúl Ricardo Alfonsín y lo llevó a ser candidato a presidente por la Unión Cívica Radical.
Con el triunfo de Alfonsin en las elecciones de 1983, fue designado Intendente por decreto del mismo Alfonsín (Buenos Aires no tenía autonomía en ese entonces y el Intendente era designado por decreto del poder ejecutivo), convirtiéndose así en el 64° Intendente de la Capital Federal y el primero desde la restauración de la democracia.
Durante su gestión se proyectaron varias obras públicas y se sancionaron las leyes 10.296 y 10.784, que regulan el funcionamiento del Mercado Central y el CEAMSE, respectivamente.
Entre sus primeras medidas, el 16 de diciembre de 1983, Saguier canceló la concesión de Parques Interama S.A. luego de conocerse un dictamen del procurador, donde se consignaba que la empresa no estaba pagando sus deudas, ni estaba avanzando con las obras pendientes. Además recaían sospechas sobre el pago de sobreprecios y la presentación de balances falsos. El Parque de Diversiones fue rebautizado como “Parque de la Ciudad”. Las obras inconclusas, como el cine Imax y el gran Domo para bailes, recitales y eventos deportivos, quedaron sin terminar. Saguier rescindió el contrato e incautó de los bienes del parque.
El 14 de octubre de 1984 se dispuso el cierre del Mercado de Abasto Proveedor, cuya actividad fue trasladada al Mercado Central de Buenos Aires, por lo que el edificio quedó abandonado. Ya a principios de 1986, la cooperativa El Hogar Obrero suscribe con los propietarios de Mercado Ciudad de Buenos Aires S.R.L. un contrato de locación por el término de 10 años, por el cual se compromete a reciclar el viejo edificio para instalar allí un nuevo centro comercial, aunque conservando las características arquitectónicas originales. El proyecto estuvo listo en septiembre de 1986 y obtuvo la aprobación municipal. Las obras comenzarían en 1989.
Mientras tanto, en 1985, dada la baja rentabilidad que produjeron las famosas y conflictivas Autopistas Urbanas (AU-1 y AU-6) de Cacciatore, la Ciudad de Buenos Aires se hace cargo de su administración y con ellas también adquiere las obras inconclusas de la Línea E que se hallaban bajo la autopista 25 de Mayo, las cuales pasan a manos de Subterráneos de Buenos Aires. La idea original era construir dos líneas de Premetro: El ramal "E1" (Plaza de los Virreyes - Barrio Cdte. Luis Piedrabuena) y el ramal “E2” (Plaza de los Virreyes - Puente La Noria).
Tras varias inauguraciones parciales, el servicio de la Línea E es extendido hasta la "Plaza de los Virreyes" el 8 de mayo de 1986. Mientras tanto, el 11 de junio de 1986, se inició la instalación de las vías del Premetro "E2" sobre la Avenida Lafuente.
Reactivó las obras para la extensión de la Línea D hasta la nueva estación llamada General Savio, sin embargo, el 8 de febrero de 1986, falleció en circunstancias poco claras Roque Carranza Ministro de Defensa desde 1985. El gobierno radical impuso su nombre descartando el de “General Savio”.  Entre otras medidas, en 1986 creó la Reserva Ecológica Costanera Sur.
Julio Saguier murió imprevistamente el 13 de enero de 1987 a la edad de 51 años, mientras ejercía aún el cargo de Intendente de la Capital Federal, Por esta razón, la estación terminal del Premetro (cuya construcción se iniciara bajo su gestión) fue inaugurada, junto con el ramal completo, el 27 de agosto de 1987, y fue nombrada en su homenaje "Intendente Saguier". Ante el fallecimiento de Julio Saguier, el Poder Ejecutivo Nacional nombró como su sucesor a Facundo Suárez Lastra. Los restos de Julio cesar Saguier, descansan en lo que fue su destino final en el histórico Cementerio de la Recoleta.

Pablo Eduardo Vázquez


miércoles, 4 de enero de 2017

Rafael Padilla Ávila

Un Tucumano casado con la Infanta de Borbon

                Rafael Padilla Ávila nació el 4 de enero de 1887 en San Miguel de Tucumán, su padre era Isaías Padilla de la Puente (n. 29 Ago 1845, San Miguel de Tucumán, f. 23 Sep 1914, San Miguel de Tucumán), su madre fue Mercedes Ávila Frías, Rafael era el segundo de seis hermanos.

                Don Isaías era dueño, con su hermano José, del ingenio Mercedes, que había instalado su abuelo Manuel Miguel hacia 1840. Desde adolescente, Rafael se hizo popular por su gran carisma y su capacidad para escribir en prosa y en verso. Nunca terminó el bachillerato que inició en el Colegio Nacional.

                Se trasladó a Buenos Aires, allí tenía muchos amigos, y pronto se le presentó la ocasión de un empleo en la diplomacia. Gestionó y obtuvo la designación de agregado a la legación argentina en Madrid, con la responsabilidad de estudiar documentos del Archivo de Indias, una tarea nada exigente que le permitió disfrutar a fondo las variadas diversiones que ofrecía la capital española bajo el reinado de Alfonso XIII.

                Una vez en Madrid, se movió entre los círculos de la diplomacia y las peñas literarias. Frecuentaba las célebres tertulias del Café de Fornos, y compartía mesas con figuras como Ramón del Valle Inclán, Rubén Darío, Jacinto Benavente, José Echegaray, Gregorio Martínez Sierra o José María Linares Rivas.

                Rafael escribía cuentos, obras de teatro y columnas periodísticas. Entre sus obras podemos citar: “Incógnita”, “A través de la España literaria”, “Carlota Corday”, impreso en París, que llevaba prólogo de Francisco de Villaespasa. En 1909, editó “España actual”, también escribió “Leonor”, un drama en lujosa edición con prólogo de José Santos Chocano. “Sangre argentina”, Era “un libro de desagravio que contenía una serie de artículos de defensa patria, ya publicados en diversos diarios, contra ataques españoles en todos los campos, desde lo político a lo cultural”.

                Es en la tertulia literaria y en el círculo artístico, un hombre conocido y estimado”. Además, el aristocrático Círculo de Armas de Madrid lo incorporó como socio honorario. Entre sus tareas, se desempeñaba como redactor del periódico “La Monarquía” y de la revista “España y la Argentina”.

                Al parecer, fue en una recepción de la Embajada de Austria donde Padilla conoció, en 1905, a la princesa María Pía de Borbón, que tenía 17 años por entonces, había nacido el 20 de agosto de 1888. Hija del príncipe Pedro de Borbón y Borbón, primer duque de Durcal y Grande de España, y de doña María de la Caridad de Madán y Uriondo, nieta paterna de don Sebastián de Borbón y doña María Cristina de Borbón, nieta materna de don Juan Antonio de Madán y Uriondo, gobernador militar en Cuba y de doña Francisco de Uriondo y Saavedra, era prima en cuarto grado de Alfonso XIII. El infante don Sebastián de Borbón era hijo de don Pedro Carlos de Carlos de Borbón (nieto de Carlos III de Borbón Parma, Rey de España, por línea paterna y por la materna de don Pedro III, Rey de Portugal) de María Teresa de Braganza y Borbón (hija de Juan VI de Portugal, nieta paterna de Pedro III, nieta materna de Carlos IV de España y bisnieta materna de Carlos III de España) Y por supuesto Carlos III de España era hijo de Felipe V de España y de Isabel de Parma.

                María Pía de Borbon y Madán, vivía en la corte y Rafael Padilla comenzó a frecuentarla. Su noviazgo finalizo con el casamiento de ambos el 26 de mayo de 1907 en parís, Francia. El tucumano Rafael Padilla se casaba nada menos que con una princesa de sangre real, doña María Pía de Borbón. Tuvieron tres hijos: María Pía Padilla y de Borbón (n. 30 Sep 1908, Madrid, España), María Isabel Padilla y de Borbón (n. 19 Dic 1909, Madrid, España, f. 5 Abr 2000, Buenos Aires, Argentina) y Rafael Sebastián Isaías Padilla y de Borbón (n. 20 May 1918, San Miguel de Tucumán, f. 25 May 1998, Buenos Aires).

                En 1911 cuando Padilla dijo adiós a la diplomacia y se embarcó rumbo a la Argentina. Se radicaron en Tucumán, primero en la calle Las Heras (actual San Martín) 981, y luego en la casa de 25 de Mayo 785 que existe hasta hoy.

                Inmediatamente de llegado a la Argentina, se afilió a la Unión Cívica Radical, el que escribe, cree que lo hizo por mero oportunismo ya que el radicalismo era por entonces el Partido político en ascenso constante y presentaba mejores oportunidades para iniciar esa carrera pública que ambicionaba, en el ámbito político no lograría ni la relevancia ni la notoriedad que pretendía, se desarrolló en cargos menores sin gran trascendencia. En 1917, perdió por un voto la candidatura a intendente municipal y, en los finales del gobierno de Juan Bautista Bascary, se desempeñó en junio de 1919 como jefe de Policía. También, creó y dirigió la revista “La Raza” y luego “La Victoria”, en 1919.

                Comenzaba la década de 1930 cuando el matrimonio se separó. Doña María Pía se radicó en Buenos Aires con sus hijos, mientras Rafael quedaba viviendo en Tucumán. El rey Alfonso XIII la nombró representante de la Corte de España ante las sociedades peninsulares de beneficencia de la Argentina. Presidió también la comisión del Museo Larreta, del cual su hija, la arquitecta Isabel Padilla y Borbón de Berreta Moreno, sería directora.

                En 1967, a los 79 años, se casó por segunda vez, con el diplomático Guillermo de Achával, y empezó a escribir un libro de recuerdos, “Sombras que van conmigo”. Falleció el 14 de julio de 1969.

                Mientras tanto, Rafael, fue en 1930 secretario del interventor municipal Ercolino Lemme, y pocos años después obtuvo una banca de diputado por el departamento Capital. Nunca dejó de escribir. Durante un tiempo, en 1931, firmaba en LA GACETA la columna “Cartas de un salvaje”, y en 1932 estrenó en el teatro Alberdi su obra “Indio perro”, que pintaba las desventuras de un trabajador de ingenio. Ya iniciado 1943, la editorial tucumana “La Raza” le imprimió el voluminoso “Andanzas y aventuras de don Sebastián de la Escollera”, abundante en referencias autobiográficas. Ya por entonces la vida se le había vuelto dura, forzado a mantenerse con ingresos muy ajustados. Se trasladó a vivir a una modesta casa en el campo, en Las Tipas, (localidad ubicada a 15 kilómetros al sudoeste de la capital), en el ingenio Mercedes. Allí presidió un tiempo la Comisión de Higiene y Fomento de Lules.

                Rafael Padilla Ávila, falleció el 23 de abril de 1945 en Buenos Aires a los 58 años. LA GACETA, en la nota necrológica, lo pintó como “hombre de inquietudes y de sensibilidad”; un “hábil conversador y viajero de múltiples observaciones, con algo de bohemia en sus actitudes”.


Pablo Eduardo Vázquez