lunes, 15 de mayo de 2017

LUIS SANTILLÁN VÉLEZ – UCR CÓRDOBA


                Luis Santillán Vélez,  nació en 1859 en la ciudad de Córdoba. Era miembro de una familia distinguida, pero pobre. A los 30 años permanecía soltero según el censo de 1895, situación que se prolongó hasta el día de su fallecimiento. Su casa familiar se hallaba en la zona céntrica cercana al Mercado Sud, más precisamente en la calle Independencia 364.

                Antes de 1890, Luis Santillán Vélez había sido dueño de una regular fortuna, pero con la crisis del 90 dicha riqueza desapareció. De todos modos volvió a empezar, aunque no volvió a gozar de una situación pecuniaria holgada. Ya por entonces se destacaba como periodista y trabajó en el diario Los Principios, fue propietario de una agencia de tierras y comisiones generales que se encargaba de la compra y venta de propiedades urbanas y rurales en Córdoba y otras provincias. Además se ocupaba de toda clase de comisiones comerciales y era martillero público.

                Santillán Vélez se había comprometido con la causa radical desde su nacimiento, fue militante de la Unión Cívica Radical desde su misma fundación en 1890. Sin embargo después de la Revolución del Parque y al poco tiempo de conformada oficialmente la U.C.R., entre 1901 y 1908 fue legislador provincial varias veces por el PAN en representación de diferentes departamentos (Tercero Arriba, Calamuchita, Cruz del Eje, Totoral).

                Al retornar varios ex radicales a la UCR cuando se aplicó la Ley de Reforma Electoral de 1912, Luis Santillán Vélez volvió al antiguo partido que había abandonado en la década del 10 y que según él representaba el verdadero ideario Nacional y popular. Dentro de las filas de la Unión Cívica radical, se convirtió en un Radical Azul desde los inicios de este movimiento, que era el sector del radicalismo más moderado.

                En su actividad empresarial, también organizaba ferias ganaderas, ayudaba al crecimiento de las redes entre propietarios y políticos de diferentes partes de la provincia. Desde la legislatura esas relaciones se expandieron porque muchas de las leyes que promovía y aprobaba favorecían a empresarios de la región pampeana agrupados en la “Liga de Comercio” fundada en Bell Ville en 1904, con ramificaciones en muchos departamentos de esa región. Simultáneamente, fue redactor del diario Los Principios. Además, fue integrante de Comisión Directiva del Club Social y del Jockey Club, a la vez que formó parte de la Liga Patriótica, creada a comienzos del s. XX y de centros de periodistas. Debido a su actividad económica, fue uno de los fundadores de la Sociedad Rural de Córdoba.

                Entre otra de las actividades que desempeño en la sociedad civil de manera constante fue la católica, con una larga y destacada actividad la llevaba a cabo de diferentes maneras, ya sea desde la legislatura provincial o aportando fondos a instituciones confesionales. Entre este tipo de actividades las que más se destacó fue su membrecía en el Circulo Obrero Católico de Córdoba del cual fue presidente entre 1903 y 1906 y posteriormente ocupó otro cargo de alta responsabilidad por debajo de la presidencia. Había sido presentado al Círculo por Sixto E. Ríos en 1897.

                Cuatro años antes de su muerte, “un negocio desgraciado” y por ende nuevos problemas económicos le hicieron tomar la decisión de alejarse de la ciudad de Córdoba, Vélez no había querido pedir dinero prestado a sus amigos, y debió vender todo lo que tenía, declararse en quiebra y partir con el fin de resguardar su “honor” de todos sus conocidos.

                Durante dos años, nadie tuvo noticias de él, hasta que comenzaron a aparecer crónicas peruanas escritas por Santillán Vélez en los diarios La Nación, La Época y La Razón. Se había instalado en la ciudad de Lima y trabajaba en diferentes diarios. Allí, en Lima, se internó en el convento dominico por la devoción que tenía a la Virgen del Milagro. Antes de dejar Argentina, pagó todo lo que pudo, hizo un depósito judicial de más de dos mil pesos por el juicio para Martín Ferreyra y se fue llevando solo lo necesario para el pasaje. Finalmente con una recomendación del P. Salvador pudo ingresar al convento y luego de dos años de muchos sacrificios y pobreza, informaba que ya se hallaba mejor y había comenzado a sentir placer por lo que hacía.

Santillán V,elez, ya sin fortuna y alejado de sus amigos, la política y la Unión Cívica Radical, falleció el 15 de mayo de 1917 en el Convento Dominico, en Lima, Perú.



Pablo Eduardo Vázquez

viernes, 12 de mayo de 2017

AGUSTIN MADUEÑO

Catamarqueño y Radical

                Agustín Madueño nació el 24 de junio de 1868 en Catamarca, en 1891 obtuvo su título de Profesor en la prestigiosa Escuela Normal de Paraná. Contrajo matrimonio con Aidé Mauvecin quien nació el 23 de Junio de 1879 en San Fernando del Valle de Catamarca, y con la que tuvo once hijos.

                Fue uno de los primeros militantes y adherentes de la Unión Cívica Radical desde su fundación en 1891, tal vez sus comienzos en el radicalismo puedan estar ligados a sus estudios en la Escuela normal de Paraná, mientras estudiaba el Profesorado junto a otros, que más tarde, también serían personalidades destacadas de la política nacional. Madueño fue un prócer radical, uno de los fundadores de la U.C.R. de Catamarca, desde sus comienzos en la militancia se referenció y siguió fielmente el liderazgo de Hipólito Yrigoyen a quien le profesaba profunda admiración fundamentalmente por la conducta y las ideas que defendía sin transigir.

                Ocupó diversos cargos en el plano partidario provincial y nacional. De 1916 hasta 1918 fue delegado a la Convención Nacional. Fue senador y diputado provincial, Presidente provisional del Senado de la Provincia de catamarca. Rector del Colegio Nacional, Presidente del Consejo General de Educación, fundador y presidente del Banco Popular de Catamarca, al igual que de la Biblioteca Popular “Sarmiento”. En 1921 fue miembro de la Comisión encargada de conmemorar los cien años de la autonomía de Catamarca, y fue miembro fundador de la Asociación Catamarca en Buenos Aires creada el 10 de junio de 1936.

                Su personalidad extrovertida y sus múltiples vinculaciones le dieron una enorme popularidad. Hombre muy culto, de gran capacidad intelectual y con grandes cualidades en la música, lo llevaron a presidir el Conservatorio de Música de Catamarca.

                Madueño, caracterizado por defender los más altos principios fundacionales de la U.C.R. y sobre todo con gran conducta moral y una tenaz militancia permanente, lo llevaron en 1924, pese a los varios conflictos internos que azotaban el radicalismo local, a la Gobernación de la Provincia.

                Agustín Madueño sucede a Ahumada en la Gobernación, curiosamente llega al gobierno en 1924 apoyado por el partido opositor al radicalismo, Concentración Catamarqueña, quién lo respalda en su candidatura luego de que abandonara la fracción interna que respondía al Presidente Yrigoyen y se pasara a la fracción del Vicepresidente Luna quién lo postula a la Gobernación. Debido a los conflictos políticos, la mayoría de la Legislatura le fue adversa y se resistió a tomarle el juramento de práctica, Madueño juró ante una gran muchedumbre que había penetrado al Palacio Legislativo. Tal medida fue aceptada por el gobierno del Presidente Alvear, que reconoció al gobernador electo, por entender que ante una clara decisión popular no debía esta ser burlada.

                Asumió la Gobernación de la Provincia de Catamarca el 15 de enero de 1924. Lo acompañó como vicegobernador, don Carlos A de la Vega y fueron sus ministros: José Palemón Castro, Sinforeano Herrera, Adolfo Castellano, Alberto J. Navarro y Ernesto Salas.

                Desde el comienzo de su mandato, desarrolló una labor muy importante, intentando  sanear las finanzas de una Provincia, como la de Catamarca, que era deficitaria desde hacía más de una década y donde toda su economía era incipiente y de subsistencia, contando como sus ingresos más importantes los que provenían de los mismos impuestos que recaían sobre la población.

                A pesar de instrumentar diferentes cambios y nuevas políticas, en términos generales era evidente que la situación financiera de la provincia no podría mejorar de no ser por la ayuda que prestaba el gobierno nacional. Invariablemente todos los gobernadores de este período, apelaban en sus mensajes al concurso económico del estado federal para lograr el crecimiento, pero esta situación los ponía en una situación de debilidad y de dependencia con respecto al poder central.

                Aún en una situación económica comprometida, su gobernación fue capaz de proyectar obras como los diques Pirquitas, el Jumeal e Ipizca, como asimismo impulsó la canalización para ampliar el riego a vastas zonas. Sus proyectos, se extendieron aún más y promulgó el mejoramiento de la agricultura y la ganadería y la construcción de una vasta red de caminos vecinales.

                También, durante su gobierno se llevó a cabo el primer censo minero, fue pionero en la construcción de viviendas para trabajadores, mejoró las normas de la administración de justicia, fomentó la radicación industrial y pudo inaugurar un nuevo ramal ferroviario.

                Tras desacuerdos y conflictos políticos entre los distintos actores de la provincia y fundamentalmente por falta de poder llegar a consensos mínimos dentro del Colegio Electoral la realización de elecciones fue postergada. De esa manera, el periodo de Madueño concluyó el 1° de enero de 1928 sin  tener sucesor, por lo que el gobernador saliente entrego el mando al presidente provisional del senado, doctor Tomas A. Vergara. El gobernador provisorio convoco a nuevas elecciones presentándose únicamente la Unión Cívica Radical con la formula Girardi-Figueroa.

                Agustín Madueño, falleció el 12 de mayo 1936 a la edad de 67 años en San Fernando del Valle de Catamarca.



Pablo Eduardo Vázquez