Francisco
Antonio Barroetaveña nació
en Gualeguay, Entre Ríos, el 20 de julio de 1856; Abogado, escritor y gran
orador, fue uno de los principales artífices en
la creación de la
Unión Cívica de la Juventud que luego llegaría a transformarse en la Unión Cívica Radical.
Su
artículo publicado en el Diario la
Nación el 20 de agosto de 1889, titulado "¡Tu
quoque juventud! En tropel al éxito" le valió gran protagonismo en la vida política argentina,
puesto que este artículo se transformó en un disparador y ocasiono una gran
movilización histórica en ese momento. En este Artículo condenaba la ausencia
de principios morales de aquellos que sostenían y apoyaban al entonces
Presidente Miguel Juárez Celman.
A Partir de este artículo que se transformó en un llamamiento a toda la civilidad, se fundó
en 1889 la Unión Cívica
de la Juventud
de la que Fráncisco Barroetaveña fue Presidente. Pero este llamamiento no
concluiría solamente con la reunión de jóvenes en torno a una nueva
organización política, sino que sería el puntapié inicial para introducir en la
política Argentina el debate de cuestiones trascendentales para nuestro país.
Fue así como al movimiento se fueron sumando figuras notables de la política
como Leandro Alem, Bartolomé
Mitre, Bernardo de Irigoyen, Vicente Fidel López, Aristóbulo del Valle, entre
otros. Esto dio paso a un movimiento mucho más amplio y no solo de carácter
juvenil o generacional y por consiguiente se convocó a un trascendental acto el
1° de septiembre en el Jardín Florida, de este acto se constituiría la Unión Cívica de la
que Leandro Alem sería elegido Presidente del nuevo Movimiento.
De
aquel acto del 1° de Septiembre y de la fundación de la "Unión
Cívica" surgió una nueva convocatoria a otro acto todavía mayor que se
realizó el 13 de Abril de 1890 en el Frontón Buenos Aires, calle Córdoba 1130.
En ese acto hablaron Mitre, Alem, el joven Barroetaveña, Aristóbulo del Valle y
José Manuel Estrada.
Tres
meses después de este acto estalló la revolución del Parque, el 26 de Julio de
1890. Una gran parte del ejército se plegó al Gral. Manuel J. Campos que la
encabezaba y una inmensa cantidad de voluntarios civiles respondió al llamado
de la Junta
Revolucionaria presidida por Leandro N. Alem. Los
revolucionarios debieron desistir de su intento por falta de armas y de
munición para tantos voluntarios. Triunfó el mayor poder económico del gobierno
corrupto, pero Juárez Celman debió renunciar y en el Congreso un diputado
pronunció aquella famosa frase: "La Revolución ha sido vencida pero el gobierno está
muerto". Desgraciadamente no era verdad sino en lo que se refería a Juárez
Celman, pero el sistema del Gral. Roca, remozado, siguió dominando el país por
varios años más, para ser substituido por otros sistemas peores poco después de
iniciado el siglo XX.
Tras
la renuncia del presidente Juárez Celman después de la revolución del Parque, la Unión Cívica se
constituyó como partido.
El general Mitre se catapultaba
como el candidato de la
Unión Cívica para las elecciones presidenciales de 1892,
acompañado por Bernardo de Irigoyen. Pero el Acuerdo que Mitre celebró con el
general Julio Roca para concurrir con una fórmula conjunta con el Partido
Autonomista Nacional llevó a que un sector de la Unión Cívica se
opusiera rotundamente, puesto que este acuerdo era claramente transigir en los
principios que dieron origen a la Unión Cívica, este acuerdo suponía aliarse al
mismo contubernio que el Partido combatía. Alem en respuesta al acuerdo de Mitre
le contestaría inmortalizando una frase que quedará en la historia: “Yo no
acepto el acuerdo, soy radical en contra del acuerdo, soy radical
intransigente...”
De
esta forma gran parte de los miembros de la Unión Cívica
siguiendo a Alem se escindieron en 1891 formando la Unión Cívica Radical.
Otra parte de los miembros sostuvieron la política acuerdista y siguieron al
general Mitre en la Unión
Cívica Nacional, partido que existió hasta 1902.
La UCR concurrió a los comicios
presidenciales de 1892, sin mayor resonancia. Pero en 1894 y 1895 obtuvo
representaciones parlamentarias por la Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal,
una bancada presidida por Francisco Barroetaveña, en
tanto que en el Senado estaba representado por Bernardo de Irigoyen y Leandro
Alem. La Unión Cívica
Radical representaba el ideario liberal clásico: la limitación al poder, la
vigencia de la
Constitución, la independencia del Congreso frente al Poder
Ejecutivo, el respeto al federalismo y las autonomías municipales, el librecambio
y la libertad en educación. Pero en 1896 se suicidó Leandro Alem, con lo que la
figura de su sobrino Hipólito Yrigoyen adquirió relevancia en el seno del
radicalismo bonaerense. Cuando la
UCR comenzó a tratar una alianza con la UCN con vista a los comicios
presidenciales de 1898 para enfrentar a la candidatura de Julio Roca, fue
Hipólito Yrigoyen quien desoyó el mandato del Comité Nacional del partido,
provocando la primera ruptura de la UCR. Quienes continuaron bajo el liderazgo de
Bernardo de Irigoyen y Francisco Barroetaveña, se
congregaron bajo el rótulo de Unión Cívica Radical coalicionista, en tanto que
los seguidores de Hipólito Yrigoyen se denominaron “intransigentes”. El
radicalismo coalicionista, en 1902, formó los Partidos Unidos con la Unión Provincial,
que era la expresión bonaerense del PAN. En 1907, los Partidos Unidos cambiarán
su nombre por el de Partido Conservador.
Francisco Barroetaveña, dentro
de la UCR apoyó a
Leandro Alem y Marcelo T. de Alvear y se opuso tenazmente a Hipólito Yrigoyen
con el cual siempre mantuvo disputas importantes hacia lo interno del partido.
Barroetaveña fue un activo miembro de la masonería
argentina de la que se cree que participó junto a Leandro Alem y que de allí
fue de donde se generaron los fuertes lazos que ambos dirigentes mantenían.
Se separó de la UCR y se integró al Partido Demócrata Progresista
llegando a ser candidato a presidente de la Nación en 1932 por la fracción entrerriana del
Radicalismo Antipersonalista, que se llamó UCR antipersonalista entrerriana.
Fue
un gran escritor reconocido en la época por su capacidad intelectual y
dialéctica, en el que además de grandiosos documentos y discursos políticos que
ha dejado también se encuentran publicaciones y obras como: "Bernardo de Irigoyen. Perfiles
biográficos", "El gobierno del doctor Alvear", "Patria y
religión", "Consecuencias de la victoria de Caseros".
Luego
de una dilatada trayectoria política y dejando una gran cantidadde documentos y
discursos políticos e ideológicos que marcaron a toda una generación, fallece
en Buenos Aires el 27 de noviembre 1933.
Pablo Eduardo Vázquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario