Ramón Clero Ahumada y Gómez, nació en Sucma, El Alto, una pequeña localidad de la Provincia de Catamarca en 1874. Hijo de Ramón Clero Ahumada y Segura y de Peregrina Gómez, a la muerte de su padre heredó una gran cantidad de inmuebles en la capital provincial y sus alrededores, además de una fortuna considerable teniendo en cuenta de que provenía de una de las más tradicionales familias de la zona.
Cursó sus estudios en el Colegio
Nacional de San Fernando del Valle de Catamarca y posteriormente
prosiguió con sus estudios en la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde
obtuvo un doctorado en leyes. Estaba casado con María Ester González Cáceres, y
fueron padres de María Delia, María Carmen, Jorge y José Luis Ahumada,
especulamos que su lugar de residencia estaba ubicado en la calle Maipú 444 de
la capital catamarqueña.
En su juventud adhirió al
Partido Constitucional, agrupación de tinte conservador y alineado al régimen
oligárquico que predominaba en aquellos tiempos, la actuación en este partido
lo llevó a ser presidente del
Banco Provincia, legislador y gobernador en el período 1912-1915. A lo largo de
su trayectoria, tuvo una prolongada actuación política y judicial, en esta
última, fue empleado del
poder judicial de la provincia desarrollando una larga tarea hasta el momento
de ser nombrado Juez.
En el año 1912 cuando fue
elegido gobernador de la provincia, asumió el mando el 1 de mayo de ese año. Su
gestión se centró en las obras públicas, construyendo escuelas en varias
localidades del interior, como Andalgalá, Bañado de
Ovanta, Belén, Chumbicha, San Antonio de la Paz, Santa
María y Tinogasta, elevando el número de escuelas en la provincia a
113. Construyó el matadero municipal y la cárcel de la capital, e inició la
construcción del primer tramo del proyectado ferrocarril a la provincia de
Tucumán. Durante su gestión se realizó el censo nacional de población, que
contabilizó casi exactamente cien mil habitantes en Catamarca.
Tras sucesivas desavenencias
políticas con el resto de su partido, presentó su renuncia el 31 de octubre de
1915. Poco después solicitaba y obtenía la afiliación a la Unión Cívica
Radical, partido en el que participaría durante el resto de su trayectoria
política.
En 1919 Catamarca se encontraba
intervenida por el Gobierno Nacional. El Interventor Favio López García había
llegado a esta provincia con la misión de normalizarla institucionalmente por
haberse subvertido la forma republicana de gobierno. Como habitualmente ocurre
en estos casos, este gobierno se caracterizó solamente por asegurar el retorno
a la normalidad política provincial.
En ese mismo año y ante las
elecciones para gobernador con el fin de normalizar institucionalmente a la
Provincia, encabezó la fórmula de la Unión Cívica Radical que lo llevó como
candidato a gobernador y a Osvaldo Gómez Rodríguez vicegobernador, binomio que
triunfó en los mencionados comicios, erigiéndose Ahumada en el primer
Gobernador de la Unión Cívica Radical en la Provincia de Catamarca.
El Dr. Ahumada, gobernó desde 1920 a 1924. Asumió el mando el primer día del año 1920; en esta
oportunidad, la economía de la provincia se vio muy afectada por una prolongada
sequía, que restó recursos fiscales y agregó la necesidad de cubrir las
necesidades alimentarias de parte de la población. Una gran cantidad de
trabajadores se trasladaron a la vecina Tucumán para trabajar en la
zafra azucarera, lo que les permitió obtener trabajo pero complejizó en
extremo los circuitos económicos catamarqueños, afectando la demanda de bienes
y servicios. El gobernador Ahumada se esforzó en cumplir con el pago de los
salarios de los empleados públicos y sostuvo un inestable equilibrio financiero
del Estado con un subsidio otorgado por el gobierno nacional. Su gestión estuvo
caracterizada por una fuerte crisis económica, pobreza, proliferación de plagas
y endemias que dañaron al sector agrícola.
De todos modos se las arregló
para extender el ferrocarril provincial que debía unir la provincia con
Tucumán, llevándolo hasta La Merced; las dificultades financieras y
técnicas, el progreso del transporte por automóvil y el postergamiento de las
provincias del interior impidieron a sus sucesores avanzar más allá.
Celebró el centenario de la
autonomía provincial en el año 1921, y mandó publicar un álbum de historia
provincial, escrito por Antonio Larrouy y Manuel Soria, que fue el primer
compendio de historia catamarqueña. Estos mismos autores propusieron el diseño
de un Escudo de la provincia, que fue adoptado por ley en junio de 1922.
Una serie de complicaciones
políticas llevaron a sucesivas postergaciones en la celebración de las
elecciones para elegir una nueva legislatura y al sucesor de Ahumada, que nunca
se celebraron. Por decreto del presidente Yrigoyen, el 1 de enero de 1924 debió
entregar el poder a una intervención federal.
Posteriormente el ex gobernador
representó a la Unión
Cívica Radical en la Cámara de Diputados de la Nación durante el
período 1926-1930. Una vez interrumpido su mandato como legislador Nacional
producto de la nefasta revolución del General Uriburu y que daría comienzo a la
década infame, Ahumada se alejó de la
política, ejerció algunos cargos judiciales y finalmente se retiró a la vida
privada, falleciendo en San Fernando del valle de Catamarca en 1932.
Pablo Eduardo Vázquez
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