miércoles, 15 de julio de 2015

Arturo Mor Roig: Víctima de la Barbarie Peronista

                Nació en Lérida, Cataluña, España, el 14 de diciembre de 1914, Emigró a la Argentina junto a sus padres, radicándose en San Pedro, Provincia de Buenos Aires, en donde Mor Roig pasó su juventud. Se graduó en la Universidad de Buenos Aires como Procurador, iniciando su carrera profesional en la ciudad de Arrecifes, donde constituyó su hogar, radicándose posteriormente y en forma definitiva en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, posteriormente realizaría su doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina. Se trasladaría a vivir a San Nicolás de los Arroyos, en donde se casó y tuvo cuatro hijos.
                Su dilatada trayectoria política comenzaría en 1939 cuando se afilió a la Unión Cívica Radical. Fue electo concejal en San Nicolás. Aprendió a hacer política al lado de Moisés Lebenshon, a quien lo acompañó en la Constituyente de 1949. Los que lo conocieron lo describen como un político honrado, leal a sus convicciones, político de vocación, conservador, católico y demócrata convencido.

                Fue electo senador provincial en Buenos Aires, cargo que desempeñó entre 1953 y 1955. Tras la Revolución Libertadora que derrocó al gobierno del general Juan Domingo Perón, el radicalismo se dividió en Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) dirigida por Ricardo Balbín de tendencia antiperonista bajo la presidencia de Crisólogo Larralde, y la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) dirigida por Arturo Frondizi con tendencia a conciliar con el peronismo. Mor Roig tomó partido por la UCR del Pueblo, acompañando a Balbín en las elecciones de 1958, aunque quién ganó finalmente las elecciones sería la UCR intransigente de Frondizi.

                En la Convención Constituyente de Santa Fe en 1957, Arturo Mor Roig participó activamente como asesor del Bloque de la UCRP, pues estaba vedada para él la posibilidad de ser Convencional Constituyente por no ser argentino nativo.

El gobierno de facto de la Revolución Libertadora convocó a elecciones generales para el 23 de febrero de 1958 a las que el Radicalismo concurrió dividido. Por  la UCR Intransigente se presentó la fórmula Arturo Frondizi-Alejandro Gómez y por la UCR del Pueblo la fórmula Ricardo Balbín-Santiago del Castillo.

                La UCRI logró ganar las elecciones a partir del acuerdo con el Peronismo que le valió el apoyo de este electorado, por orden explicita del líder exiliado, siendo de este modo consagrado Presidente Arturo Frondizi. Al igual que en todas las demás provincias argentinas, en la Provincia de Buenos Aires, el triunfo correspondió también a la UCRI y a su candidato a gobernador Oscar Alende.

                En 1958 Mor Roig resultó elegido diputado nacional ejerciendo su cargo hasta 1962, cuando fue derrocado Frondizi por un golpe de estado que intervino todas las provincias, y clausuró el Congreso.

                A partir de este nuevo golpe contra la institucionalidad y la democracia argentina, fue justamente, la Unión Cívica Radical del Pueblo a través de sus dirigentes más encumbrados, entre los que sobresalen, Ricardo Balbin y Arturo Mor Roig quienes se convirtieron en los garantes de la defensa republicana de nuestro país y los interlocutores con los demás partidos políticos. Para ello era indispensable lograr un punto de encuentro de todos los sectores políticos y sociales sin ningún tipo de exclusiones, donde debatir y encontrar los denominadores comunes que permitieran regresar a la Argentina a la vida democrática. Era necesario concretar un programa mínimo para lograr el retorno Constitucional.

                Como resultado del esfuerzo militante y cívico de Balbin y Mor Roig nació la Asamblea de la Civilidad el 12 de marzo de 1963 celebrado en Unione e Benevolenza, de la que participaron ocho agrupaciones políticas (UCRP, UCRI, Justicialistas, Demócratas Cristianos, Demócratas Progresistas, Conservadores Populares, Socialistas Argentinos y Federales).          Mor Roig postulaba sobre la cuestión y planteaba la posición de la UCRP: "Nosotros queremos crear un programa mínimo de objetivos fundamentales que se convierta en la plataforma del mínimo común denominador de todas las agrupaciones políticas, que la suscribirían para ofrecer una garantía de estabilidad a la ciudadanía. Propongo, por ejemplo, que todos los partidos se comprometan a dar apoyo legislativo necesario al próximo Poder Ejecutivo, porque eso es indispensable frente a la realidad del sistema proporcional"

                En la mencionada Asamblea se suscribió el Acta de Coincidencia Nacional que contenía ciertos puntos de acuerdo en materia política, social y económica. El acta era fundamentalmente una declaración política en defensa de la democracia, la libertad de sufragio y la igualdad y el derecho de todas las agrupaciones políticas a la participación política en un ámbito democrático como ejes sobresalientes.

Mor Roig como el resto de los dirigentes de la UCRP, apoyaron a Arturo Illia en las elecciones de 1963, en dichos comicios, la fórmula de la UCRP Arturo Illia - Carlos Perette resultó la más votada (25,15%) y reunidos los colegios electorales en todo el país, los candidatos radicales fueron consagrados Presidente y Vicepresidente de la Nación por la mayoría absoluta de los mismos. En esta elección, Mor Roig, volvió a ser elegido diputado nacional y ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados, hasta el nuevo golpe de estado de 1966, que instaló la dictadura del general Onganía.

                El gobierno de Arturo Illia, surgido de las elecciones del 7 de julio de 1963, debido a la escasa cantidad de votos que había obtenido, se encontró en la necesidad de contar con acuerdo de otros bloques para obtener la sanción de leyes de vital importancia para el desarrollo nacional y la vida institucional de la República. Esta situación ponía al gobierno Nacional en un claro estado de debilidad, es por esto que Mor Roig ideó un plan para fortalecer al gobierno y dotarlo de la gobernabilidad que necesitaba, el proyecto de Mor Roig era por un lado reunificar a la UCR convocando a la UCRI liderada por Oscar Alende a formar parte del Gobierno nombrando al dirigente como Ministro de Salud Pública y Acción Social. Por otra parte proponía consagrar al Gral.(R.E.) Pedro Eugenio Aramburu como Senador por la Capital Federal en reemplazo del senador radical Ricardo Bassi, de esta forma, Aramburu sería designado Presidente Provisional del Senado, así romper con el frente Militar que hegemonizaban los “Azules”. Este plan de Mor Roig no tuvo el consenso dentro de la UCRP y no fue puesto en práctica.

Era claro que la figura de Mor Roig ya por estos tiempos gozaba de gran aceptación y era considerado un indiscutido referente de la UCRP. Durante este mandato parlamentario donde le tocó participar siendo un oficialismo en clara minoría dentro de la cámara, volvió a dar acabadas demostraciones de su capacidad de trabajo y su inteligencia, lo que lo convirtió desde entonces en un indiscutido referente político del Radicalismo.

                Hacia 1966 el clima político era realmente complejo para el gobierno de Don Arturo Illia, los legisladores peronistas solo cumplían la misión de obstaculizar los proyectos de ley que mandaba el Ejecutivo, entre ellas, la Ley de Presupuesto, estas acciones fueron preparando el clima para el Golpe de Estado que finalmente ocurriría bajo el nombre de “Revolución Argentina”, apoyada por militares, sindicalistas y empresarios, con el aval de las empresas multinacionales, que pondría en el sillón de la Casa Rosada al dictador Ongania.

                Otra vez los destinos de la Nación pondrían a la Unión Cívica radical al frente de la misión de la Reparación Nacional, la recuperación de la democracia y la búsqueda del respeto a la Constitución y la Institucionalidad en nuestro País. A esta tremenda tarea se pondrían al frente Ricardo Balbín y Arturo Mor Roig, así surgió “La Hora del Pueblo” emulando aquella Asamblea de la Civilidad que nucleaba a los partidos políticos más importantes.

                El 26 de Marzo de 1971 asumiría de facto, nombrado por la Junta de Comandantes, la Presidencia de la Nación el Gral. Alejandro Lanusse, ofreciéndole el Ministerio del Interior al Dr. Arturo Mor Roig, este ofrecimiento generaría importantes discusiones dentro de la Unión Cívica Radical.

El Objetivo de Lanusse, según se cree fue afiliado radical, era la salida electoral que pusiera fin al régimen militar imperante desde 1966 y para ello entendía que Mor Roig era el hombre que reunía las cualidades para llevar adelante la transición hacia la vía democrática, cualidades que lo tenían como un hombre de dialogo, de consensos y el respeto que de él tenían todas las fuerzas políticas.

Mor Roig quien entendía que su labor al frente de la mencionada cartera podía ser una herramienta fundamental para reestablecer definitivamente la democracia en la argentina, condicionó su aceptación al cargo a que todos los Partidos participantes en “La Hora del Pueblo” dieran su conformidad.

Todos los Partidos prestaron su conformidad a que la figura de Mor Roig Se hiciera cargo del ministerio del Interior con el firme compromiso de trabajar por el restablecimiento de la democracia y la reapertura de los procesos electorales sin condicionamientos ni proscripciones. La única resistencia se dio justamente dentro del seno de la UCRP conducido por su amigo de siempre Ricardo Balbin, el propio Raúl Alfonsin pidió la expulsión de Mor Roig si dicho nombramiento se materializaba, incluso el mismo Perón desde Madrid utilizó todos los medios posibles para convencer al radicalismo de la importante tarea que la propia Unión Cívica Radical a través de la figura de Mor Roig tenía en dicho proceso de restablecimiento de las instituciones de la democracia.

Desde el radicalismo se creía que sería perjudicial para el partido quedando este expuesto a una situación de colaboracionismo con un gobierno de índole militar y de facto. Finalmente, “La hora del Pueblo” autorizó a Mor Roig a aceptar el nombramiento a pesar de la oposición de la U.C.R.P, finalmente, Mor Roig asume el Ministerio del Interior el 26 de marzo de 1971.

Ante la negativa de la Unión Cívica radical al pedido de la Hora del Pueblo a que Mor Roig se hiciera cargo del Ministerio del Interior, éste presentó su renuncia como afiliado al Comité San Nicolás para no comprometer al Partido durante su mandato, dicho Comité no aceptó su renuncia y a cambio le concedió una licencia, entendiendo que Mor Roig no había perdido sus valores como militante radical, sino que el propio Mor Roig comprendía que el país requería lo mejor de su figura para poder reestablecer la democracia tan ansiada.

Su primer medida como Ministro fue cesar la disolución de los partidos Políticos y por ende reactivarlos y permitir la actividad política en todo el país, además ordenó que se les devolvieran los bienes incautados durante la Revolución Argentina, y creó la Cámara Nacional Electoral y logró la sanción del Código Electoral incluyendo la convocatoria a elecciones generales para el 11 de marzo de 1973.

                En la Ley Orgánica de los Partidos Políticos, que lleva la firma de Arturo Mor Roig, existe una definición respecto de la libertad electoral que parecía una utopía para la época. Expresa: "No hay proscripciones ideológicas. El reconocimiento alcanzará a todas las agrupaciones que se organicen y funcionen como partidos políticos”. Mor Roig en ningún momento ocupó el cargo de ministro como  representante de las Fuerzas Armadas sino que procuró ser en todo momento un instrumento de ésta en la restauración de las instituciones republicanas.

                Si bien, Mor Roig no había podido cumplir todos sus objetivos, lo cierto es que este proceso, que fuera sistemáticamente boicoteado tanto por la derecha como por la izquierda que lo único que buscaban era seguir fundamentando su accionar violento, finalizó el 11 de marzo de 1973 cuando la fórmula del FREJULI, Campora-Solano Lima se impuso en las elecciones.

                Las elecciones de 1973, lamentablemente, no generaron ese régimen democrático estable al que Mor Roig aspiraba. Los años que siguieron vieron al país sumergirse en la violencia con la mayor pérdida de vidas por conflictos civiles desde el siglo XIX, producto de la “guerra” que mantenias la derecha y la izquierda Peronista.

 Una vez asumido el nuevo Gobierno, Mor Roig se retiró de la Política, se mudó a un departamento del la calle arenales en la ciudad de Buenos Aires y se dedicó a desarrollar sus labores en la actividad privada, muy lejos de acogerse a jubilaciones de privilegio u otras prebendas, además debido a la amistad que tenia con el director del Diario El Día de La Plata, escribía semanalmente comentarios políticos bajo el pseudónimo de Esteban Sastre.             

Así lo encontró la muerte, ese día del 15 de julio de 1974 se encontraba almorzando sin custodia alguna en un restaurante de San Justo (Rincón de Italia) con dos amigos, cuando dos jóvenes que estaban en una de las mesas del comedor se acercaron y le dispararon alrededor de diez veces. Inmediatamente ingresaron al local otros dos hombres armados con escopetas de caño recortado que procedieron a ultimarlo en el suelo. Mor Roig estaba desarmado. Le habían pedido custodia pero la había rechazado.

Este no fue un crimen más, no tiene explicación lógica ni racional, la Nación se encontraba profundamente sumergida en el caos, del desgobierno Peronista, la barbarie, la violencia, la inseguridad y la falta de moral fueron el fruto de las profundas contradicciones internas del peronismo. A Mor Roig lo mataron por haber sido el artífice del Gran Acuerdo Nacional propiciado por Lanusse para dar una salida política a la Revolución Argentina. Montoneros explicó que Mor Roig había sido asesinado para advertirle al gobierno nacional (Peronista) y a Balbín que la organización armada peronista debía ser tenida en cuenta en futuras negociaciones políticas. El asesinato de Mor Roig, apenas dos semanas después de la asunción de Isabel Perón, puede ser visto como parte de un plan para demostrar su poder y extorsionar al gobierno. Basta señalar que en 1974 hubo 117 secuestros y 110 personas asesinadas. Y durante ese año, en pleno funcionamiento de las instituciones democráticas, ejercían la Presidencia de la Nación el General Juan Domingo Perón, y luego de su muerte, su esposa y sucesora, María Estela Martínez. Fue en ese clima de intolerancia que se produjo la muerte de Mor Roig.

Su asesinato confirma que la pretensión de quienes militaban y actuaban en las organizaciones terroristas de entonces no era simplemente lograr el fin de la dictadura sino reemplazarla por otra.

 

Pablo Eduardo Vázquez

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