Guillermo
Leguizamón del Llano, nació en Hualfin, Catamarca entre 1853 y 1854, fue
bautizado en el mismo lugar, en la
Capilla familiar Ntra. Sra. del Rosario el 30 de Mayo de 1858, (cabe
recordar que por aquel entonces los únicos registros de nacimiento que se
expedían eran los del bautismo, ya que no existía el registro civil). Su padre
era Felipe Santiago Leguizamón Ruiz de Gauna quien había nacido en Salta en
1814, mientras que su madre era Gualberta del Llano Moreno, nacida en 1825 en
Hualfin, Catamarca.
Gran
parte de su juventud vivió en Chile específicamente en Santiago donde se
trasladó para estudiar la carrera de abogacía, allí, se recibió de abogado en
la Universidad de Santiago de Chile.
En
la misma Santiago conoció a quien fuera luego su esposa, Elena Marta Ovalle
Arangua, nacida el 22 Febrero de 1845 en Santiago, Chile y fallecida el
15 Enero de 1929 en Buenos Aires, Argentina. Contrajeron matrimonio el 16
Septiembre de 1876 en la Iglesia de
San Isidro en Santiago, Chile, tuvieron seis hijos: Adolfo
César Leguizamón Ovalle, (n. 11 Mar 1878, f. 7 Sep 1958); Guillermo Eduardo
Leguizamón Ovalle, (n. 1 Dic 1878, Belén, Catamarca, Argentina, f. 31 Oct
1949); Rafael Alejo Leguizamón Ovalle, (n. 1880, f. Dic 1934); Alvaro Francisco
Leguizamón Ovalle, (n. 1883, f. 1956); Elena Leguizamón Ovalle, (c. 1 Ene 1885,
Posta de San Martín, Santa Fe, Argentina); Aníbal Felipe Leguizamón Ovalle, (n.
5 Jul 1886, San Fernando del Valle de Catamarca, f. 18 Feb 1959, Buenos Aires).
Guillermo
Leguizamón, una vez afincado definitivamente en su Catamarca natal, se
convirtió en un hombre público que supo dedicarse por completo a la vida
política hasta el final de sus días.
En
1883 tuvo una destacada e importante actuación en la Asamblea Constituyente
Provincial de la que formó parte como constituyente.
En
el Plano académico, fue Rector del Colegio Nacional de Catamarca desde 1884
hasta 1886.
Mantuvo
desde un principio un mismo lineamiento político y que tenía que ver con el
apoyo irrestricto a sus amigos Leandro Alem y Bernardo de Irigoyen, a quienes
reconocía su liderazgo y conducta. En virtud de ello, en 1885 apoyó fuertemente
la truncada y frustrada candidatura de Bernardo de Irigoyen a la presidencia.
En
1890 se convertiría en el fundador y el principal organizador de la Unión
Cívica en Catamarca, pero su estrecha relación con Leandro Alem, Bernardo de
Irigoyen y Francisco Barroetaveña también le darían dimensión Nacional, siendo
Guillermo Leguizamón uno de los fundadores y principales artífices de la
formación de la Unión Cívica y luego en 1891 de la Unión Cívica Radical en el
plano Nacional. Siempre se consideró amigo personal, admirador y gran seguidor
de Leandro Alem, relación esta, que lo llevó a tomar un gran protagonismo en la
vida política tanto catamarqueña como en la vida política interna en aquellos
primeros años del Radicalismo.
Su
accionar político y su relación con Leandro Alem, lo llevó a tener una
importante intervención durante los episodios de la Revolución del Parque en
1890.
Con motivo del estado de sitio
declarado después de la revolución radical, fueron remitidos presos a la
corbeta La Argentina Leandro Alem, Víctor Molina, Miguel A. Páez, Coronel Julio
Figueroa, Joaquín Castellanos, Martín M. Torino, Rufino Pastor, Guillermo
Leguizamón, Francisco Barroetaveña, Oscar Liliedal, Adolfo Saldías y Diego
Fernández Spiro. Juan Posse es llevado a la cañonera Paraná junto con Marcelo
T. de Alvear, Julio Arriaga y Celindo Castro. Unos días después fueron trasladados
al pontón Rossetti, donde se encontraban hacinados casi todos los dirigentes
radicales, incluso Alem. Semanas más tarde, fueron desembarcados en Montevideo
en calidad de desterrados. En Santiago del Estero, con orden del juez fueron
aprehendidos Ramón Iramain, Francisco Castañeda Vega y Dupuy como cabecillas de
la conspiración nacional.
Luego
de la revolución del parque, en Catamarca se apreciaría una gran división en la
clase política y por ende se encontraría una oposición al régimen muy diluida. Solo quedaban dos grandes agrupaciones: el
partido nacional que lo componían los Dulcistas y los Figueroístas, y los de la
Unión Cívica, presididos por Guillermo Leguizamón, Los Católicos, en los que
predominaba la influencia del Vicario eclesiástico José F. Segura no comulgaban
con los Cívicos de Leguizamón ya que tenían diferencias insalvables. A esta
disgregación política se sumaba un estado de anarquía que se acentuaba cada día
más.
A esta anarquía en la elite
política y la administración pública se sumaba el desprecio por la justicia y
por la honestidad en el manejo del crédito bancario, entre las acusaciones,
algunas caían sobre el banco provincial de Catamarca. A fines de junio de 1891, y ya comprometido el Acuerdo
Roca-Mitre, el Gobernador
Gustavo Ferrari, en su enfrentamiento por la nominación del Senador Nacional, con la facción denominada Separatista,
liderada por Rafael Castillo, declaró cesantes a todo
el Senado y la Corte de Justicia.
Otro de los motivos importantes
y, tal vez, causa motor del estallido fue que los principales líderes de la
Unión Cívica se hallaban detenidos (Oscar Liliedal, Guillermo Leguizamón,
Carlos de la Vega, Angel Maza).
Como resultado, se produjo en Junio de 1891 un levantamiento revolucionario
liderado por los Cívicos, se produjeron
nuevos alzamientos y los amotinados tuvieron en Catamarca el 23 de junio un
éxito sangriento que derrocó al
gobierno de Gustavo Ferrari e instaló una Junta o Triunvirato presidido por
Guillermo Leguizamón y que se completaba con Santiago de Santa Coloma y
Carlos A. de la Vega . El audaz movimiento triunfó y se
mantuvo en el Gobierno provincial por tres días, hasta que el Estado nacional
declaró el estado de sitio y arribaron efectivos militares al mando del General Amaro Arias (hermano del General José
Inocencio Arias), siendo, tras diversos avatares, apresados los líderes
revolucionarios, entre ellos Guillermo Leguizamón, por el comisionado militar,
quien lo hizo llevar a Buenos Aires, donde fue juzgado por conspiración contra
el régimen. La justicia le negó la excarcelación.
La provincia fue intervenida por
el Gobierno federal, recayendo la intervención en Juan Carballido. El
Gobernador Gustavo Ferrari fue repuesto en su cargo y designado su cuñado
Figueroa como Senador Nacional.
Leguizamón
volvería a la escena política participando luego, en la Revolución de 1893
correspondiéndole haber conservado en su poder una bandera argentina teñida en
sangre de los caídos en el Parque y en Jardín Florida, bandera ensangrentada,
esa, que sirvió de emblema partidario a la futura bandera roja que usó el
radicalismo. En virtud de los sucesos
revolucionarios de 1893, contra el Gobernador Gustavo Ferrari y el nepotismo
instaurado en la misma, las vinculaciones entre
las provincias vecinas de Catamarca y Santiago del Estero se resintieron. Como resultado de dicha revolución, el
Ministro del Interior Wenceslao Escalante, conspicuo
dirigente del PAN, se vio obligado a presentar la renuncia.
Con respecto a la cuestión
partidaria, como ya dijimos, Leguizamón, siempre se mantuvo cercano a Leandro
Alem, ostentando ser uno de los miembros fundadores de la Unión Cívica y luego
de la Unión Cívica Radical de la que formó parte entre 1891 y 1894 de la Primer
Convención Nacional de la U.C.R. presidiéndola en algún momento de aquellos
años.
Se desarrolló como Diputado
Nacional en el periodo 1900-1904 en el cual tuvo gran intervención y gran
reconocimiento.
También,
cabe destacar, que en el ámbito de su profesión, el derecho, presidió la Corte de Justicia de Catamarca (entonces llamada
Cámara Superior) en dos oportunidades, Enero de 1885 y junio de 1914.
Falleció
en Catamarca el 12 de marzo de 1922 .Sus Restos descansan en el Cementerio de
San Fernando del Valle de Catamarca.
Guillermo
Leguizamón, un hombre que durante toda su vida se valió de sus grandes
conductas, con una fuerte convicción ética y moral supo representar los valores
y principios más profundos de la Unión Cívica Radical, siendo uno de sus
fundadores se ha convertido en un protagonista valeroso del radicalismo
Nacional y Catamarqueño.
Pablo Eduardo Vázquez
El es mi tatarabuelo. Mi bisabuelo es Álvaro Leguizamon.
ResponderEliminarUn placer que se lo recuerde.
Gracias