Nereo Crovetto Burgos, nació en Balcarce, Provincia
de Buenos Aires, en 1875. Su padre fue Manuel Crovetto, nacido en Italia,
mientras que su madre era Fermina Burgos, de nacionalidad Argentina. Tanto sus
padres como el mismo Nereo Crovetto, fueron grandes hacendados de la zona de
Balcarce, Nereo era un fiel exponente
del trabajo agropecuario, representante genuino de la vida bonaerense, además
se había graduado de Abogado. Llegó a integrar en 1929, la comisión
directiva de la Sociedad Rural Argentina en carácter de vocal.
Su
esposa era Concepción Costa con quien tuvo una hija: Juana Crovetto Costa,
nacida en Balcarce el 26 de Marzo de 1892.
Militó
desde joven en la Unión Cívica Radical, Se
incorporó a la Unión Cívica, en sus difíciles comienzos, en 1889 y permaneció
fiel a sus postulados, viviendo horas de incertidumbre junto a sus amigos, en
épocas aciagas, sin esquivar la contribución de su esfuerzo personal cuando fue
necesario afrontar la lucha abierta por el mejoramiento democrático.
En
1917, fue nombrado comisionado municipal de la localidad de Balcarce. El 18 de abril de 1918 el Dr. Cantilo designó una Comisión Honoraria
destinada a organizar el Museo Colonial e Histórico de Lujan, la misma quedó constituida
de la siguiente manera: Presidente: Enrique Rodríguez Larreta; Vice presidente:
Marcelino Barrera Vegas; Vice presidente 1º: Nereo Crovetto; Secretario: Martín
Noel: Pro Secretario: Enrique Udaondo; Tesorero: Telésforo Ubios; Delegado en
Luján: Domingo Fernández Beschtedt.
Posteriormente
ocupó la presidencia del Banco Hipotecario Nacional en 1921, a pedido del
propio Presidente Hipólito Yrigoyen de quien tenía gran admiración y respeto y
con quien siempre se identificó dentro de las filas del radicalismo. Fue larga y exitosa su actuación en ese poderoso
organismo donde, una vez cumplido el período de ley, y tras un breve intervalo
fue reelecto, hasta el 15 de noviembre de 1929 cuando renunció a fin de
ser candidato a gobernador de la Provincia de buenos Aires.
Nereo
Crovetto representaba en su accionar los ideales partidarios, era uno de los
más fieles intérpretes de los principios ideológicos de la U.C.R. La
proclamación de Crovetto, corno candidato a Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires por la Unión Cívica Radical, se llevó acabo en La Plata el 13 de
noviembre de 1929. La convención partidaria, indecisa en sus primeras
reuniones, giró en torno de otras personalidades cuyos nombres polarizaban
voluntades y ponían de manifiesto los distintos matices que entraban en la
composición de esa asamblea. En determinados momentos la opinión pareció flotar
entre los nombres de los señores Juan Garralda, diputado al Congreso, Francisco
Ratto, ministro de Hacienda del gobernador Vergara, y Francisco Emparanza,
legislador nacional y presidente de la Unión Cívica Radical de la provincia.
Finalmente todas las aspiraciones coincidieron en un solo nombre, sugerido por el
propio Hipólito Yrigoyen, Nereo Crovetto, fue consagrado por 77 votos sobre un
total de 80 convencionales. En idénticas condiciones quedó electo el candidato
a vicegobernador, que fue Juan Garralda.
Las
elecciones se llevaron a cabo el 1° de diciembre de 1929, y como resultado, se
obtuvieron las siguientes cifras: Unión Cívica Radical (Nereo Crovetto y Juan
Garralda) 178.274 votos; Partido Conservador (Antonio Santamarina y Edgardo J.
Miguez) 125.138 votos; el Partido Socialista (Nicolás Repetto y José Lemos) 20.721
votos y se registraron 8.057 votos en blanco. Crovetto, fue elegido gobernador
de Buenos Aires por la más alta suma de sufragios que hasta entonces se
conociera en elecciones de esa naturaleza. Prestó juramento ante la asamblea
legislativa el 1° de mayo de 1930. Dio un decreto el mismo 1° de mayo
organizando su gabinete de la siguiente forma: Ministro de Gobierno el doctor
Luis Rodríguez lrigoyen; Ministro de Hacienda don Manuel del Carril y Ministro
de Obras Públicas el ingeniero Pedro T. Pagés.
Como
todo flamante gobierno, comenzó un reordenamiento del personal destinado a
obtener un funcionamiento estatal acorde con los objetivos de su política. En
mayo dispuso el cese de comisiones y licencias, decretó también el impedimento
para desempeñar, a la vez, cargos nacionales y provinciales. En este último
aspecto, al marcar públicamente la incompatibilidad de altos funcionarios, como
el Director de Higiene con el del Hospital de Niños, mostraba un encomiable
rigor y decoro en la actividad pública. Fueron además suspendidos comisarios
que no se esmeraban en publicar la ley contra el juego y escribanos que no
concurrían con la asiduidad necesaria a sus oficinas de Contratos Públicos.
Evidentemente,
parecía que el Dr. Crovetto continuaría en la senda de su antecesor, Valentín
Vergara. El 5 de junio encomendó al Banco de la Provincia la venta de $
5.000.000 en títulos de deuda interna, para pagar obras de edificios públicos y
escuelas. También saldó deudas con la empresa constructora del Pasaje
Monteverde en La Plata.
Al
reglamentar la Ley Nacional 11.544 de jornada legal de trabajo, siguió la
política obrera de los anteriores gobiernos de su partido político: el
Departamento de Trabajo se encargaría del cumplimiento de las ocho horas
diarias o cuarenta y ocho semanales en el trabajo de obreros y empleados; que
en casos de insalubridad se reducía a seis o treinta y seis.
Poco
se puede decir del gobierno del Dr. Crovetto, pues sólo estuvo en el cargo
hasta el 6 de septiembre de 1930, el gobierno legítimo del Dr. Crovetto fue
desalojado por la revolución militar, encabezada en el orden nacional por el
general José Félix Uriburu, siendo reemplazado por Carlos meyer Pellegrini como
Interventor federal, la cesación en el proceso republicano democrático, a raíz
del nefasto golpe de Estado llevado adelante por José Felix Uriburu y su “corte”
del GOU, que interrumpirían el proceso democrático iniciado en nuestro país a
partir de la ley Saenz Peña en 1912 y que de esta manera reestablecería en el
poder de la nación a aquellos sectores más reaccionarios, elitistas, y golpistas.
Volvía al poder aquel contubernio que la Unión Cívica Radical había desterrado,
de esta forma se daba inicio a una nueva etapa en nuestro país de fraude y
persecución que muy bien fue llamada “década Infame”.
Luego
de la revolución de 1930, Crovetto se retiró a la vida privada. Falleció en la
Ciudad de Buenos Aires, en 1939.
Pablo Eduardo Vázquez
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ResponderEliminarpolítico honesto, transparente, que acompañado por su familia y hermanos, hicieron su aporte a la UCR y al gobierno del Dr. Hipólito Yrigoyen. Sus hermanos, sobrinos Crovetto fueron cultores originales del radicalismo que no aceptaban el absolutismo, el autoritarismo y la inequidad. Orgulloso mi pertenencia a esa familia y a su lucha política.
ResponderEliminarRADICAL ES UNA FORMA DE VIDA IRRENUNCIABLE, UNA CUASI RELIGION DE LA QUE DEVIENE EL CONCEPTO DE CORRELIGIONARIO.
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