Manuel
Menchaca nació en San Nicolás de los Arroyos, Provincia de Buenos Aires, el 3
de setiembre de 1876. Nació y vivió durante 17 años en la histórica casilla de
Madera de San Nicolás, esa casilla, es la muy conocida y antigua construcción
de maderas y chapas, existente aún en el nacimiento de la calle León Guruciaga,
a pocos pasos del río. Fue casa de comercio, en su planta baja, y en ella
residió la familia Menchaca, constituye una de las últimas viviendas originales
de la zona.
Obtuvo
su título de maestro primario en la Escuela Normal en el año 1893 y al poco tiempo
partió hacia Entre Ríos para iniciar los estudios para el profesorado en la Escuela Normal de
Paraná de la que se graduó en 1895, allí, se familiarizó con las nuevas
corrientes pedagógicas y el ideario positivista que había tenido fuerte arraigo
entre los jóvenes de la generación del 80’. Concluidos sus estudios de profesor,
se traslada a Córdoba y varios años después consigue su título de Farmacéutico
(1898) y más tarde en 1901, el de Médico cirujano en la misma Universidad.
Casilla Menchaca |
Siendo
médico se radicó en la ciudad de Santa Fe para ejercer su profesión. Obtuvo
empleo en distintos hospitales, entre ellos,
en el viejo Hospital de Caridad, compartiendo tareas con médicos
santafesinos de la talla de José María Cullen, Miguel Parpal, Rodolfo Candioti,
Francisco Sañudo, Francisco Eguiazú y Domingo Pujato, entre otros. Allí, mostró
gran compromiso y solidaridad con la sociedad en la que actuaba, como así
también con la provincia que lo adoptó, trabajó durante la inundación de 1905 y
en los rebrotes de peste bubónica que asolaron la ciudad en los primeros años
del siglo XX, dando gran aporte desde su capacidad como médico.
En
1904 fue el principal promotor de la creación del Colegio Nacional de Santa Fe,
y de las escuelas taller. También ese año es designado Presidente del
Consejo de Higiene de la provincia, cargo que ostentó hasta 1910. En esa
época pone todo su empeño en importantes iniciativas, destacándose la creación
del Colegio Nacional en 1906 y la construcción de la Escuela de Comercio de la
Nación, la creación de la Facultad de Farmacia y Obstetricia de la Universidad
Provincial de la que fue elegido primer decano en 1910 y la creación del Museo
Escolar Florentino Ameghino en 1914 (actual Museo Provincial de Ciencias
Naturales).
Menchaca
estaba vinculado con los clubes sociales y las familias patricias. Sus inicios
en la política se dieron en el seno del régimen conservador, orientado por su
familia que participaba de estos sectores, más tarde tomará la causa radical
como propia abrazando los principios de la Unión Cívica Radical a finales del
siglo XIX, después de la Revolución Radical de 1905 se alejará de la política y
de la Unión Cívica Radical para retomar con fuerza su labor militante
nuevamente en 1911, allí decide luchar desde la política para llevar a cabo sus
ideales, así es que se reintegra al radicalismo que había abrazado ya al
terminar el siglo. En poco tiempo es elegido Secretario de la junta ejecutiva
de la Unión Cívica
Radical que estaba integrada por Ignacio Iturraspe, Ricardo Núñez, Rodolfo
Lehmann y Domingo Frugoni Zabala.
Promulgada
la Ley Sáenz
Peña, el propio Menchaca, acompañado por Ricardo Núñez y José Chiosa convencen
a Hipólito Yrigoyen para que los autorice a levantar la abstención de su
partido y presentarse en los comicios de marzo de 1912. Hipólito era reticente
a levantar el abstencionismo porque pensaba que aún con la ley Saenz Peña, el
fraude y la persecución a dirigentes políticos iba a seguir imperando en los
actos eleccionarios y la política Argentina, y que la única forma de conseguir
la verdadera apertura democrática era seguir con la vía revolucionaria, pero de
algún modo, las elecciones para gobernador en Santa Fe de 1912 servirían para
la Unión Cívica Radical de prueba piloto de hasta donde esta nueva ley podía
garantizar comicios transparentes.
Luego
de varias discusiones y negociaciones en el seno interno de la U.C.R., surge la
fórmula Manuel Menchaca Gobernador, Ricardo Caballero Vicegobernador. La
fórmula radical era bastante disímil y buscaría complementarse, como dijimos,
Menchaca provenía de sectores conservadores, pero además, era hombre de lucha, descollaban en su
personalidad dos condiciones prevalentes: la franqueza y el carácter,
mientras que Caballero exhibía un pasado izquierdista. Había militado en
agrupaciones anarquistas y socialistas. Caballero se transformará en aquellos
años en uno de los caudillos radicales más importantes de la provincia. Teniendo
gran participación en la revolución de 1893 y en la de 1905.
La
tarea no sería fácil, tenían que enfrentar a importantes figuras de la política
santafesina, con larga trayectoria. Por la Liga del Sur se proclamaba como candidato a
Lisandro de la Torre. El
Dr. Estanislao López era apoyado por el Partido Constitucionalista, e integrando
la fórmula de la llamada Coalición Conservadora, Marcial Candioti y Alberto
Paz.
Una
semana antes de los comicios llega a Santa Fe Hipólito Yrigoyen, para apoyar la
fórmula de su partido y el 31 de marzo asiste al triunfo de la fórmula
Menchaca-Caballero, convirtiéndose así en la primera victoria electoral del
radicalismo en el país.
Menchaca, el 9 de mayo de
1912 asume el cargo de gobernador,
designó a Antonio Herrera, ministro de Gobierno, Justicia y Culto; al Dr.
Manuel Francioni en Hacienda y Obras Públicas y al Dr. Enrique M. Mosca en
Instrucción Pública y Agricultura. Ha pasado a la historia argentina por
ser el primer gobernador electo en elecciones libres por el voto secreto
establecido por la Ley Sáenz Peña de 1912. Ese mismo año de 1912, la fórmula
radical Menchaca gobernador, Ricardo Caballero Vicegobernador, se impuso por
25.000 votos contra 17.000 de Lisandro de la Torre. Gobernó desde el 9 de mayo
de 1912 hasta el 9 de mayo de 1916.
En su mensaje ante la Asamblea
Legislativa manifestó la importancia de reformar la constitución provincial a
pesar de que tenía apenas doce años de vigencia, considerando que en la
provincia se habían producido transformaciones sociales y económicas que
exigían su actualización para favorecer el desarrollo en todos los
departamentos. Consideró una prioridad revisar el sistema electoral porque a
partir de 1856 se había incrementado considerablemente la población con
inmigrantes, quienes al ser contribuyentes también tenían derecho a elegir las
autoridades -al menos en las comunas y municipios-, lográndose la sanción de la
ley Nº 1780 que reconoció tales derechos al establecer la creación de la
Comisión de Progreso, que luego se ha denominado Comisión de Fomento, en
aquellas localidades donde el número de habitantes no facultaba para el
nombramiento de autoridades municipales.
Insistió en la libertad de
cultos y en la estabilidad de los jueces como medio indispensable para una
correcta administración de la Justicia.
Luego
de prestar juramento en la
Legislatura , se dirige a la Casa de Gobierno, que funcionaba en el edificio
donde estuvo por años el Consejo General de Educación y la escuela Sarmiento,
1° Junta esquina 1° de Mayo, donde lo recibió el interventor federal de la
provincia desde 1911, el Dr. Anacleto Gil.
Al
comenzar su gobierno acelera la construcción de la nueva Casa de Gobierno y el
25 de setiembre de 1915 instala su despacho en el nuevo edificio. Por estas
circunstancias se lo denomina "el primer habitante de la Casa Gris ". El estricto manejo de las finanzas
provinciales les permitió la construcción de numerosos edificios públicos como la Legislatura , el Banco
Provincial, escuelas y oficinas. Le preocupó la educación. Creo la Escuela de Mecánica
Agrícola en Rafaela, para contribuir al mejoramiento y modernización del agro.
Favoreció la formación de cooperativas y la construcción de caminos para unir
las distintas localidades de la provincia.
El
25 de junio estalló la huelga de chacareros, conocida como “El Grito de
Alcorta” por haberse originado en aquella localidad del sur santafesino. La
expansión de la superficie agrícola había llegado a su extremo, los campos se
valorizaron y el modelo de “arrendamiento” mostró sus debilidades. Los
productores rurales reclamaron principalmente que se cambie la forma de los
contratos de arrendamientos, abusivamente perjudiciales para ellos. Allí, el
nuevo Ejecutivo provincial mostró sus características interventoras rompiendo
con una trayectoria liberal de los viejos partidos conservadores que sostenían
que los conflictos pertenecían a la órbita comercial y debían resolverse entre
las partes. En ese sentido y contrariamente a la línea del gobierno nacional,
Menchaca, Caballero y el intendente de Rosario, Daniel Infante (en esa época el
titular de la
Municipalidad rosarina era designado por el gobierno
provincial), tuvieron una importante gestión en el conflicto rural, en varias
oportunidades a favor de los agricultores. Menchaca se diferenció de la actitud
favorable a los grandes propietarios que sostuvo el gobierno nacional,
interviniendo para promover un acuerdo entre ambas partes.
En
1914 comenzó la Primera Guerra Mundial, viéndose afectada la economía de la
provincia debido a la prohibición de exportaciones. Menchaca organizó cocinas
populares para atenuar los efectos negativos de la desocupación.
Como
parte de la Reforma Universitaria gestionó positivamente la nacionalización de la Universidad del
Litoral siendo un artífice de gran importancia para lo consecuente formación de
la mencionada Universidad bajo los preceptos que promulgaban los reformistas
del 18’.
En
1921 fue presidente de la Convención Constituyente que reformó la
constitución provincial, Menchaca y Caballero fueron también protagonistas de
ese otro proceso de reformismo político que fue la sanción de la Constitución de 1921,
uno de los debates más ricos e interesantes que se diera en esta provincia
acerca de los cambios posibles y deseables en materia política, social y
religiosa.
En
1934 y hasta el 4 de febrero de 1936, es elegido como Intendente de la ciudad
desarrollando una gran tarea en su gestión administrando prolijamente las
finanzas públicas y generando un fuerte crecimiento fundamentalmente en materia
edilicia y creando mano de obra produciendo un importante crecimiento en la
ciudad.
Después
de finalizado su mandato de Intendente, se retira a vivir a una casaquinta
junto al río Salado. A los pocos años se radica en Buenos Aires, donde fallece,
el 26 de agosto de 1969, a los 94 años.
Pablo Eduardo Vázquez
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