martes, 12 de mayo de 2009

fundamentos Filosóficos del Radicalismo (2da Parte)

Para enumerar y reseñar brevemente algunas de las ideas que la Unión Cívica Radical a tomado del Krausismo, podemos decir:

1) la idea de democracia, como expresión de soberanía popular y de participación. El sujeto concebido como ser para la libertad y con solidaria armonización del individuo con las necesidades de la sociedad en su conjunto.

2) la idea de nación y la relación entre las naciones como articulación de las soberanías internas, de la libre asociación de las autonomías partiendo de la sacralización de los pueblos y de los hombres.

3) la concepción de armonía social, de la pacífica superación de los conflictos, de un humanismo pacifista, de la tolerancia, y del dialogo. Estas, ideas están muy arraigadas en el pensamiento filosófico de la Unión Cívica Radical.

4) el concepto de la masificación y la búsqueda de la excelencia en la educación a partir de contenidos incluyentes en el sistema. En tal sentido, Yrigoyen justifica esta idea a través de su accionar una vez llegado al gobierno, a partir de la democratización de las Universidades (Reforma Universitaria de 1918), la construcción de establecimientos de enseñanza, y el crecimiento de educandos que se dio en nuestro país durante su período, producto de políticas dirigidas a tal fin.

Podemos decir que encontramos en el accionar, las costumbres y en la personalidad de Hipólito Yrigoyen y muchos de los radicales de la época un estilo Krausista en la forma de conducirse en todos los ordenes de la vida, características como el permanecer oculto a la publicidad y a todo lo referente a la exposición pública, la sobriedad, la austeridad y hasta la forma de vestirse que refleja una conducta que demostraba ir mas allá de valores filosóficos y que se transformaban en una conducta de vida.

Podemos decir también que el proceder llevado adelante por Hipólito Yrigoyen a la hora de dirigirse hacia los demás como su particular gesto pedagógico en el trato político individual, se fue trasladando y tomando como propio del resto de los dirigentes radicales que fueron recogiendo a través del tiempo la conducta de su líder, incorporándolo así a una filosofía de vida y una ética social y moral bien definida.

Ejemplos de lo antes mencionado podemos citar a montones como: que Elpidio González tomaba el tranvía para ejercer su cargo en la casa de gobierno o el mismo Hipólito Yrigoyen manteniéndose renuente a que le sacaran fotos debido a su estilo de vida que lo marcaba muy profundamente en el Krausismo.

Es claro que el radicalismo no fue influenciado solamente por el Krausismo o el liberalismo del siglo pasado. Si bien sabemos con claridad que Hipólito Yrigoyen no fue un gran conocedor del materialismo histórico, ni de la dialéctica y en consecuencia del marxismo, es también cierto que Yrigoyen era antipositivista, espiritualista y humanista, concepciones que forman y dan gran sentido e identidad a la ideología del radicalismo.

Podría interpretarse y entender que para el Krausismo, si el hombre no puede determinarse en lo político, todas las demás esferas sociales se resienten. De esta manera podemos decir y sostener que la primera alineación es la política, y por esto el sufragio como forma de expresión política en una sociedad dada, este será para Yrigoyen el fundamento básico y principal de la legitimación de los poderes a través de la certificación popular.

Muchos historiadores prefieren tomar el camino mas sencillo y cómodo, atribuyendo el comportamiento de Yrigoyen a delirios irracionales, populistas o a metodologías demagógicas, en vez de investigar la influencia de los Krausista españoles (son muy nutridos los contactos que conocemos entre republicanos españoles y dirigentes radicales de la época), de Sanz del Río, de los liberales franceses o de la generación del 37’ en el pensamiento del radicalismo. Tampoco es posible entender la tozudez de Yrigoyen en no formular propuestas concretas e insistir en la causa de la reparación nacional o en el cumplimiento a rajatabla de la constitución y la libertad del sufragio. Como así también es falsa esa imagen que ciertos sectores intentaron dar de Hipólito Yrigoyen de ser una persona poco instruida, nada mas alejado de la realidad ya que el dirigente radical era un gran conocedor de la filosofía de vida instrumentada por el Krausismo y el humanismo español de la época

Lo cierto es que Leandro Alem no solo fundo la Unión Cívica Radical, sino que a través de consignas claras y precisas como la reparación nacional, la defensa de la soberanía, el sufragio libre, la intransigencia de principios, el respeto a la constitución, la defensa de la causa de los desposeídos, la emancipación latinoamericana, etc., le dio un programa a la Unión Cívica Radical, un programa para ser llevado adelante y defendido a través del tiempo, puesto que estas consignas perduran y perdurarán en nuestra vida política, un programa que luego Hipólito Yrigoyen a través de sus ideas y principios bien arraigados en la escuela Krausista, se encargo de darle un sentido y una legitimación política que lo llevo a encontrar no solo la mencionada filosofía política, sino que se transformó en un estilo de vida.

Para finalizar podemos decir que la Unión Cívica Radical nació por la mera necesidad del pueblo argentino, por la lucha entre lo popular y el contubernio gobernante, por eso es que su fundamental razón de ser es el ser nacional y por esto decimos que el radicalismo fue el primer partido nacional y popular de mazas en nuestro país, pero también es cierto que a través de su crecimiento filosófico se fue dotando de una concepción más intelectual influenciado por las corrientes europeas que se alzaron en los escenarios políticos del viejo continente como el Krausismo, el humanismo, el sentido liberal de la Francia revolucionaria y hasta podemos encontrar en una medida que no deja de ser importante, la filosofía marxista.

Porque este fue, es y será el radicalismo lleno de contenido y expresión popular y a su vez intelectual que siempre vamos a sostener es que es importante que hoy más que nunca los radicales sigamos levantando las banderas que nos dieron origen.

Bibliografía Consultada:

- La Analítica, primera parte del Sistema de la filosofía (Karl Christian Fiedrich Krause)
- El Ideal de la Humanidad para la vida (Karl Christian Fiedrich Krause)
Pablo Vázquez

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