viernes, 29 de enero de 2016

Aristóbulo del Valle: Un Hombre de Estado

 Nació en Dolores, provincia de Buenos Aires el 15 de marzo de 1845. Su madre era Isabel Valdivieso, su padre, el coronel y estanciero Narciso del Valle, fue edecán de Juan Manuel de Rosas, y pertenecía a ese grupo de pioneros que conquistaron el desierto y extendieron la colonización ganadera; creando estancias, abriendo caminos, levantando fortines y pueblos. Muerto su padre, la familia de del Valle se trasladó a Buenos Aires.


                En Buenos Aires, Aristóbulo, realizó sus estudios, egresando del que más tarde sería el Colegio Nacional de Buenos Aires, para luego cursar la carrera de abogacía en la Universidad de Buenos Aires. Al estallar la Guerra de la Triple Alianza abandonó la carrera para ingresar en el ejército. Al terminar la contienda, retomó los estudios y se graduó como abogado en 1869 junto a otros prestigiosos como Alem, Dardo Rocha y Demaria, el tema de su tesis fue la intervención federal en el territorio provincial.

                Desde joven se desempeñó como redactor del periódico “El Nacional”. Una vez graduado, trabajó hasta su muerte como profesor de Derecho Constitucional. Sus clases llegaron a hacerse famosas en la ciudad, pues congregaban a estudiantes, intelectuales y personas ajenas a la Universidad que querían oír sus reflexiones.

                Aristóbulo Del Valle, al igual que su padre, adhirió siempre al federalismo y al autonomismo de la Provincia de Buenos Aires. Más tarde, su hermano Tadeo y su sobrino Delfor lo siguieron en sus ideas y su lucha afiliándose a la Unión Cívica Radical desde su nacimiento y participando activamente de la militancia, Delfor sería más tarde Diputado.

                Ingresó en la actividad política desde muy joven, siguiendo a Adolfo Alsina en el Partido Autonomista de la Provincia de Buenos Aires, actuando junto a Leandro Alem, de quien era su amigo, y con quien buscó desde un principio impulsar un sistema político efectivamente democrático. En 1870 fue elegido diputado nacional y en 1876 fue elegido senador nacional, llegando a presidir la Cámara Alta en 1880. Era considerado uno de los oradores más brillantes del país. Se declaró como un constitucionalista de profundo sentido republicano, nacional y democrático.

                Alsina y Sarmiento fueron sus maestros, su referente era Adolfo Alsina, toda esa generación se formó bajo la sombra y las ideas de ese hombre impulsivo, popular y valiente. Cuando Adolfo acordó con Mitre, sus discípulos, tomaron distancia del maestro. Sin embargo nunca dejaron de respetarlo.

                En el partido Autonomista existían dos tendencias políticas. El 12 de Enero de 1870 firma el manifiesto del Club 25 de Mayo y es elegido Vicepresidente, sus adversarios dentro del partido fundan el Club Libertad, a ambos los une la oposición a la federalización de Buenos Aires, pero por su distinta composición social e ideología, frente a las elecciones a diputados provinciales levantan sus propios programas y listas de candidatos.

                Pone el acento en el sufragio y en la autonomía de los municipios; se pronuncia por la abolición de los servicios y contra el acaparamiento de las tierras públicas y pide que éstas se pongan al alcance de la gente humilde. Integran la lista del Club 25 de Mayo, Aristóbulo del Valle, Leandro Alem, Dardo Rocha, Carlos Pellegrini y Luis Sáenz Peña.

                El 18 de Abril se realizan las elecciones; del Valle obtiene el mismo número de votos que Rocha, pero no es electo. Al año siguiente, el 24 de Abril de 1871, se realizan elecciones para elegir a los integrantes de la Convención Revisora de la Constitución Provincial. Esta vez del Valle resulta electo. También en 1871 integra la Comisión Popular que presta ayuda a los afectados por la fiebre amarilla. El mismo contrae la enfermedad, pero se salva. Del Valle fue nombrado ministro provisional de Gobierno del coronel Alvaro Barros y luego de Luis Sáenz Peña y Carlos Casares; tenía sólo 30 años.

                El 31 de Marzo de 1872 se efectúan elecciones en Buenos Aires para la renovación de la Cámara de Diputados, forman ahora el Club Electoral, que agrupa en general a la juventud del autonomismo. El 10 de Abril se hace el escrutinio, y entre los electos figuran Aristóbulo del Valle, Leandro N. Alem, Carlos Pellegrini y Dardo Rocha.

                En 1873, Aristóbulo, integra la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Como miembro del Club Electoral, que preside Alem, apoya la candidatura a Presidente de Adolfo Alsina. Cuando Alsina renuncia a sus pretensiones presidenciales y apoya la fórmula Nicolás Avellaneda-Mariano Acosta, del Valle participa activamente en pro de esta fórmula. El 12 de Octubre de 1874 asumen las nuevas autoridades nacionales. Del Valle es nombrado Ministro de Gobierno de la provincia. A fines de 1876 del Valle renuncia al ministerio de la gobernación y es electo senador nacional por Buenos Aires.

                 Aristóbulo del Valle fue el mejor orador de su tiempo. Las palabras de Del Valle no eran declamatorias, exageradas, no hablaba a los gritos como los demagogos, no gesticulaba, no pretendía irritar o seducir a la muchedumbre. Su lenguaje era sobrio, preciso, las frases estaban bien construidas. Fue honesto y decente como muy pocos. También fue un hombre valiente y de palabra, un hombre de honor, fue uno de los primeros nacionalistas y voceros de la clase media en desarrollo y bregó siempre por la libertad de prensa. Siempre fue muy crítico de los vicios conservadores de la corrupción y el fraude. Demócrata en política, constitucionalista en la esfera jurídica y proteccionista en economía, su accionar centrado en el ideario de Manuel Dorrego y en la que no cabía la suma del poder público, tuvo el más alto concepto del Estado nacional y luchó por su ordenamiento. Desde el senado propició una política proteccionista para fomentar la industria y trabajó fortaleciendo el rol del Estado como regulador de las desigualdades sociales existentes. Tuvo posturas progresistas como la democratización del régimen de la tierra. Se opuso a la privatización de los servicios públicos, y sostenía que: “El criterio de la empresa privada es el lucro, mientras que la del gobierno es su deber". Asimismo atacó las políticas que favorecían la formación de trusts o monopolios. Su lucha contra el régimen de Bancos garantidos autorizados a emitir papel moneda lo situó como uno de los introductores de una doctrina de nacionalismo económico. Aspecto que caracterizaría en el futuro la acción de gobierno y los principios doctrinarios en materia económica de la Unión Cívica Radical. También sostuvo y luchó por la nacionalización de los ferrocarriles, la limitación de las atribuciones presidenciales, el respeto por el federalismo y las autonomías provinciales y sobre el sufragio libre y denunciando la práctica del fraude electoral.

                Al acercarse las elecciones para la renovación del Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires, nuevamente se entabla la disputa dentro del autonomismo. Una tendencia apoya al doctor Eugenio Cambaceres que cuenta con el aval de los grandes intereses económicos que existen en el autonomismo, estos pactarán luego con los mitristas, sosteniendo la fórmula Carlos Tejedor-José M. Moreno. La otra tendencia, que constituye el ala popular del partido, que cuenta en sus filas con Alem e Hipólito Yrigoyen, apoya la candidatura de Aristóbulo del Valle. Forman el partido Republicano, el primer partido popular, el partido que anticipó al radicalismo, y que sumó a sus filas a todos las grandes promesas políticas de la Nación. En las elecciones que se realizan el 2 de Diciembre de 1877 son derrotados pero como dijimos se empezaba a gestar un movimiento popular y con fuertes convicciones ético y morales.

            En Mayo de 1878 del Valle se incorpora al Senado. Ante la guerra civil que se declara por la disputa de la presidencia en 1880, entre los partidarios de Roca y Tejedor, del Valle se solidariza con el Presidente Avellaneda, que apoya a Roca, y lo acompaña a Belgrano, presidirá el Senado como presidente provisorio desde 1880 hasta 1881.

                El 30 de Julio de 1880 del Valle e Hipólito Yrigoyen firman la convocatoria llamando a la reorganización del partido Autonomista en un partido nacional. Se funda el P.A.N. Pero no se trata en realidad de un partido nacional centralizado, sino de la unión de partidos provinciales.

                En 1886, Aristóbulo del Valle es nuevamente electo senador nacional. Se diferencia netamente del oficialismo, y muestra abierta oposición a la política que imprime el Presidente Juárez Celman. Con su amigo Leandro N. Alem y el joven Francisco Barroetaveña, inicia la organización de la juventud culta de la ciudad, para proyectarla luego en un movimiento popular armado para derrocar al presidente. De esta iniciativa nacería la Unión Cívica de la Juventud, luego unión Cívica y de allí se gestaría la Revolución del Parque. Su casa y su estudio fueron las sedes en las que se celebraban las reuniones preparatorias de la conspiración civil y militar que estalló el 26 de julio de 1890. Fue el máximo responsable de la planificación y coordinación de las diversas tendencias revolucionarias. Derrotada la revolución en 1890 presenta su renuncia al Senado. "Desde el día en que alcé las armas contra el gobierno actual de la República, por los motivos expresados en el manifiesto de la Junta Revolucionaria, de la que he formado parte, quedé separado de hecho e irrevocablemente del Senado." La renuncia es aceptada. Al año siguiente volvería a ser electo al Senado.

            Se lanzó de lleno a la organización de la Unión Cívica a la que consideraba que debía dotarse de una estructura orgánica y principios doctrinarios claros.  Más tarde, La Convención de la Unión Cívica proclamó la fórmula Bartolomé Mitre-Bernardo de Irigoyen el 17 de enero de 1891. Pero Mitre fue tentado por el General Roca, quien le propuso el acuerdo para suprimir la lucha electoral. La política del acuerdo fue rechazada por los sectores que respondían a Alem y Del Valle, esta división generará el nacimiento de la Unión Cívica Nacional (Mitrismo) y aquellos dirigentes anti acuerdistas, darán nacimiento el 26 de Junio de 1891 a la Unión Cívica Radical y el 1° de Julio proclamó la fórmula Bernardo de Irigoyen - Juan Garro.

                Aristóbulo, siguió a Leandro Alem para fundar la Unión Cívica Radical. La situación nacional era comprometida, a la crisis política hubo de sumársele el agravamiento de la situación económico-financiera; razón por la que el Presidente Pellegrini decidió convocar a una "junta de notables" para encontrar una solución acordada a los comicios presidenciales que se avecinaban. Convocado Aristóbulo, manifestó: "Ni ese propósito, ni las deliberaciones ulteriores tendrán resultados si en ellas no se da participación a la Unión Cívica Radical". Durante la presidencia de Luis Sáenz Peña en 1892 fue convocado a desempeñar el Ministerio de Guerra con funciones extraordinarias cercanas a un Primer Ministro, con el fin de dar sustento a un gobierno débil, una vez asumido el cargo,  ofrece todos los otros ministerios a la Unión Cívica Radical. Pero tanto Alem como Yrigoyen y Bernardo de Irigoyen no aceptan por cuestiones de intransigencia, pero avalan la posición de Aristóbulo.

                En esas circunstancias Aristóbulo del Valle organizó con Hipólito Yrigoyen la Revolución de 1893 en la que, debido a su cargo de Ministro de Guerra, le tocó desempeñar un papel crucial. El primer acto de gobierno consistió en imponer el desarme de las milicias provinciales. La decisión no pasó inadvertida para sus enemigos políticos que adivinaron las intenciones reales. Estas milicias constituían una guardia privada de las oligarquías que habían transformado a las provincias en feudos. El estallido de una revolución organizada por el Radicalismo bonaerense se produjo en 82 pueblos de la provincia simultáneamente. Estallaron también movimientos revolucionarios organizados por el Radicalismo en las provincias de San Luis y Santa Fe.

                El plan de Aristóbulo del Valle era, ante el levantamiento en armas de la Unión Cívica Radical, decretar la intervención de la Provincia de Buenos Aires para garantizar elecciones libres, condiciones en las que era por demás conocido que triunfaría la UCR. El plan falló debido a la resistencia del Congreso a aprobar la intervención. Aristóbulo del Valle pudo entonces, debido a su posición en el gobierno, dar un golpe de estado y definir favorablemente el curso de la revolución, como le pedía Leandro Alem. Pero sus fuertes convicciones legales lo llevaron a rechazar esa opción, aún a costa de un nuevo fracaso de la revolución, su respuesta fue clara: “No doy golpes de Estado porque soy un hombre de Estado”.

                Renunció a su cargo el 12 de agosto de 1893, finalizando así un agitado período de 36 días en los que procuró llevar a la práctica desde el poder lo que había predicado desde la oposición e intentado por la vía revolucionaria. Un programa de reparación nacional, basado en la Constitución Nacional, desplazando a los gobiernos ilegítimos para posibilitar la reforma electoral que abriera los canales a la participación popular en la dirección de la cosa pública.

            Tras su alejamiento del gobierno, reabrió su estudio jurídico y se dedicó a su cátedra de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires y fue designado Rector del Instituto Libre de Enseñanza Secundaria. Sin embargo, siguió ligado a Alem e Yrigoyen, en 1894, con motivo de las elecciones legislativas que dieron el triunfo a la U.C.R., aparecieron juntos Del Valle, Alem, Yrigoyen y Demaría. Inclusive, participó de la comitiva radical que llegó a Santa Fe el 11 de febrero de 1894 en plena campaña electoral, acompañando al candidato de este partido el Dr. Joaquín Cullen.

                Su frágil estado de salud, afectado por la diabetes y la insuficiencia cardíaca, lo tuvo alejado de la militancia activa pero intentó seguir apoyando a sus amigos, falleció el 29 de enero de 1896, a causa de una angina pectoris. Las lágrimas de Alem en el cementerio le impidieron terminar el discurso de despedida. Sus restos se encuentran sepultados en el Cementerio de la Recoleta, a pocos metros del Panteón a los Caídos en la Revolución del '90.
 

Pablo Eduardo Vázquez

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