martes, 6 de diciembre de 2016

RAMÓN CLERO AHUMADA – UCR Catamarca


              Ramón Clero Ahumada y Gómez, nació en Sucma, El Alto, una pequeña localidad de la Provincia de Catamarca en 1874. Hijo de Ramón Clero Ahumada y Segura y de Peregrina Gómez, a la muerte de su padre heredó una gran cantidad de inmuebles en la capital provincial y sus alrededores, además de una fortuna considerable teniendo en cuenta de que provenía de una de las más tradicionales familias de la zona.

                Cursó sus estudios en el Colegio Nacional de San Fernando del Valle de Catamarca y posteriormente prosiguió con sus estudios en la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde obtuvo un doctorado en leyes. Estaba casado con María Ester González Cáceres, y fueron padres de María Delia, María Carmen, Jorge y José Luis Ahumada, especulamos que su lugar de residencia estaba ubicado en la calle Maipú 444 de la capital catamarqueña.

                En su juventud adhirió al Partido Constitucional, agrupación de tinte conservador y alineado al régimen oligárquico que predominaba en aquellos tiempos, la actuación en este partido lo llevó a ser presidente del Banco Provincia, legislador y gobernador en el período 1912-1915. A lo largo de su trayectoria, tuvo una prolongada actuación política y judicial, en esta última, fue empleado del poder judicial de la provincia desarrollando una larga tarea hasta el momento de ser nombrado Juez.

                En el año 1912 cuando fue elegido gobernador de la provincia, asumió el mando el 1 de mayo de ese año. Su gestión se centró en las obras públicas, construyendo escuelas en varias localidades del interior, como Andalgalá, Bañado de Ovanta, Belén, Chumbicha, San Antonio de la Paz, Santa María y Tinogasta, elevando el número de escuelas en la provincia a 113. Construyó el matadero municipal y la cárcel de la capital, e inició la construcción del primer tramo del proyectado ferrocarril a la provincia de Tucumán. Durante su gestión se realizó el censo nacional de población, que contabilizó casi exactamente cien mil habitantes en Catamarca.

                Tras sucesivas desavenencias políticas con el resto de su partido, presentó su renuncia el 31 de octubre de 1915. Poco después solicitaba y obtenía la afiliación a la Unión Cívica Radical, partido en el que participaría durante el resto de su trayectoria política. 

                En 1919 Catamarca se encontraba intervenida por el Gobierno Nacional. El Interventor Favio López García había llegado a esta provincia con la misión de normalizarla institucionalmente por haberse subvertido la forma republicana de gobierno. Como habitualmente ocurre en estos casos, este gobierno se caracterizó solamente por asegurar el retorno a la normalidad política provincial.

                En ese mismo año y ante las elecciones para gobernador con el fin de normalizar institucionalmente a la Provincia, encabezó la fórmula de la Unión Cívica Radical que lo llevó como candidato a gobernador y a Osvaldo Gómez Rodríguez vicegobernador, binomio que triunfó en los mencionados comicios, erigiéndose Ahumada en el primer Gobernador de la Unión Cívica Radical en la Provincia de Catamarca.

                El Dr. Ahumada, gobernó desde 1920 a 1924. Asumió el mando el primer día del año 1920; en esta oportunidad, la economía de la provincia se vio muy afectada por una prolongada sequía, que restó recursos fiscales y agregó la necesidad de cubrir las necesidades alimentarias de parte de la población. Una gran cantidad de trabajadores se trasladaron a la vecina Tucumán para trabajar en la zafra azucarera, lo que les permitió obtener trabajo pero complejizó en extremo los circuitos económicos catamarqueños, afectando la demanda de bienes y servicios. El gobernador Ahumada se esforzó en cumplir con el pago de los salarios de los empleados públicos y sostuvo un inestable equilibrio financiero del Estado con un subsidio otorgado por el gobierno nacional. Su gestión estuvo caracterizada por una fuerte crisis económica, pobreza, proliferación de plagas y endemias que dañaron al sector agrícola.

                De todos modos se las arregló para extender el ferrocarril provincial que debía unir la provincia con Tucumán, llevándolo hasta La Merced; las dificultades financieras y técnicas, el progreso del transporte por automóvil y el postergamiento de las provincias del interior impidieron a sus sucesores avanzar más allá.

                Celebró el centenario de la autonomía provincial en el año 1921, y mandó publicar un álbum de historia provincial, escrito por Antonio Larrouy y Manuel Soria, que fue el primer compendio de historia catamarqueña. Estos mismos autores propusieron el diseño de un Escudo de la provincia, que fue adoptado por ley en junio de 1922.

                Una serie de complicaciones políticas llevaron a sucesivas postergaciones en la celebración de las elecciones para elegir una nueva legislatura y al sucesor de Ahumada, que nunca se celebraron. Por decreto del presidente Yrigoyen, el 1 de enero de 1924 debió entregar el poder a una intervención federal.

                Posteriormente el ex gobernador representó a la Unión Cívica Radical en la Cámara de Diputados de la Nación durante el período 1926-1930. Una vez interrumpido su mandato como legislador Nacional producto de la nefasta revolución del General Uriburu y que daría comienzo a la década infame, Ahumada se alejó de la política, ejerció algunos cargos judiciales y finalmente se retiró a la vida privada, falleciendo en San Fernando del valle de Catamarca en 1932.



Pablo Eduardo Vázquez


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