jueves, 1 de octubre de 2015

LUIS MONTEVERDE



Luis Monteverde nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1859. Cursó sus estudios en la misma ciudad, y[] trabajó como escribiente en el Departamento de Ingenieros de la Nación en 1881, realizó trabajos de topografía y cartografía durante la Conquista del Desierto y en la fundación de la ciudad de La Plata. Radicado en esa ciudad, trabajó en la Inspección de Ferrocarriles de la provincia de Buenos Aires en 1884. Formó parte del Consejo de Obras Públicas provincial destacándose como agrimensor del gobierno de la provincia en 1888 y fue uno de los proyectistas y constructores del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Además, fue concejal en el primer Concejo Deliberante de La Plata, ocupando el mencionado cargo en varias oportunidades y desempeñando numerosas comisiones de carácter científico y comunal en dicha ciudad.
Se diplomó de agrimensor en 1886 en el Colegio de Ingenieros de la Nación, título luego validado por la Universidad Nacional de La Plata.
Poseía el título de ingeniero civil y en tal carácter, fue el principal actor en la organización de la Universidad de La Plata, ciudad donde residió casi toda su vida. Fue miembro del consejo universitario y ejerció el decanato de la Facultad de Ingeniería.
En 1890 participó de la fundación de la Unión Cívica, mientras ocupaba el cargo de concejal municipal de la Ciudad de La Plata, en aquel año sería elegido candidato a Diputado Nacional y participaría de los levantamientos revolucionarios que conocemos como la revolución del Parque. Un año más tarde, en 1891, cuando la Unión Cívica se dividió, Monteverde se unió a la Unión Cívica Radical. Fue diputado a la Legislatura de la provincia para el período 1891-1894. Tuvo una gran participación en la Revolución de 1893 en la que fue el jefe de la Junta Revolucionaria en La Plata; pese a la derrota militar, y estando apresado, aún siendo legislador, sus seguidores acompañaron al gobernador revolucionario Juan Carlos Belgrano.
En 1896 volvió a incorporarse a la lucha electoral en las filas de la UCR. Asumió una concejalía y fue elegido vicepresidente primero del Concejo Deliberante. A fines del mismo año resultó electo diputado provincial. En 1898 ocupó nuevamente una concejalía y asumió como Intendente de La Plata y como senador provincial, cargo este que ejercería hasta 1901. En aquellos tiempos, la ocupación en simultáneo de cargos municipales y provinciales no generaba incompatibilidad y Monteverde logró llevar adelante ambos mandatos con gran compromiso y demostrando sus amplias capacidades y aptitudes. Durante su desempeño como Intendente Municipal, generó un gran número de obras que marcaron un gran progreso edilicio para la ciudad. Además llevó adelante una administración caracterizada por la transparencia y la responsable administración de los fondos públicos, dejando de esta manera bien altos los principios y la concepción doctrinaria de la Unión Cívica Radical.
Durante los años del abstencionismo Radical, mientras el Partido se encontraba alejado de las contiendas electorales, Monteverde desempeñó actividades de trascendencia social. Fue uno de los profesores que habían participado en la fundación y organización de esa Universidad Nacional de la Plata desde 1897 cuando, además, formaba parte de su consejo directivo. Este gran compromiso con la Universidad le otorgó la posibilidad también de ser decano de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de La Plata hasta 1903. El reconocimiento social de Monteverde excedía a los claustros universitarios, ya que también se desempeñó en la sociedad civil con un gran compromiso en las instituciones intermedias, entre ellas podemos destacar que Presidió la comisión de fundadores de La Plata Fue Socio fundador del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata, además, integró comisiones de asociaciones benéficas, tales como la sociedad de bomberos voluntarios de Lanús y mientras, continuaba con su actividad de agrimensor. Este conjunto de actividades lo transformaban en una persona pública con fuerte presencia en la sociedad platense y, en la provincia de Buenos Aires. Asimismo, le permitió construir vínculos y le dio reconocimiento, dos recursos valiosos que lo dotaron de un gran prestigio político. La oportunidad de participar en política partidaria volvió en 1904 cuando, en plena convocatoria a la reorganización de la UCR nacional, Monteverde fue una pieza clave del radicalismo bonaerense. Allí, participó como vocal del Comité Nacional.
Cuando en 1904 Hipólito Yrigoyen dio inicio a la reorganización Partidaria de la Unión Cívica Radical, Luis Monteverde retorno a la militancia, la intervención que puso fin al gobierno conservador de Marcelino Ugarte fue el camino hacia la ocupación de nuevos y más importantes cargos de gobierno. Por entonces, era Presidente del Comité Central de la ciudad de La Plata y vicepresidente 1° de la mesa directiva del comité bonaerense de la UCR. Su nombre fue llevado a las urnas en 1914 y 1916, como candidato a diputado nacional, siéndole adverso el resultado para él ya que no ocupaba un lugar relevante en las listas.
Ya con Hipólito Yrigoyen instalado en el gobierno nacional como Presidente desde 1916, éste, decidió la intervención de la Provincia de Buenos Aires dejándola en manos de una persona de su máxima confianza como lo era José Luis Cantilo, quien tenía el mandato de Yrigoyen de llamar a elecciones para 1918. La elecciones a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires a llevarse a cabo en 1918 encontraban a la Unión Cívica Radical en una inmejorable posición, el radicalismo ostentaba la Presidencia de la Nación con un gran apoyo popular, y crecía como partido día a día, esto se notaba con gran fuerza en la Provincia de Buenos Aires donde el clamor de la gente fortalecía cada vez más a la Unión Cívica Radical, dotándola de nuevos cuadros políticos y gente que se acercaba a militar en las filas del reducto más importante que tenía el Yrigoyenismo.
Luis Monteverde, era uno de los radicales bonaerenses más viejos entre los considerados. Su espacio de influencia política era La Plata y formaba parte de las filas provincialistas, posteriormente identificadas como “azules”. Estas encarnaban una reacción de los radicales que se sentían los legítimos representantes bonaerenses contra los representantes enviados desde la capital de la República, los “metropolitanos”, que habían desembarcado en la provincia luego de la intervención, de la mano de Cantilo y, más tarde, de Crotto, dos representantes del yrigoyenismo identificados como “rojos”.
En tales condiciones se proclamó la fórmula José Camilo Crotto-Luis Monteverde en la Asamblea partidaria. Esta fórmula vincula el liderazgo y la fuerte conducción política de Crotto con el perfil de mandatario de Luis Monteverde, conocedor de las necesidades del Estado, ya que había recorrido la provincia, trabajando en ella y conquistando entre los vecindarios una popularidad efectiva. Esta fórmula obtendría en las elecciones una aplastante victoria, obteniendo el 59% de los sufragios. De esta manera José Camilo Crotto y Luis Monteverde se convertirían en los primeros Radicales en conducir los destinos de la Provincia de Buenos Aires a través del sufragio libre garantizado por la ley Sáenz Peña.
Más tarde, en 1921, se produciría un duro enfrentamiento entre José Camilo Crotto e Hipólito Yrigoyen, quien lo había postulado como Gobernador años antes. Este enfrentamiento produjo duros cruces y un clima de inestabilidad y desgobierno producto de las tensiones y la presión que ejercían los dirigentes yrigoyenistas de la Provincia de Buenos Aires. Esta disputa finalizaría con la renuncia del Gobernador José Crotto en mayo de 1921 y la posterior asunción de Luis Monteverde como gobernador interino hasta completar el mandato que finalizaría un año más tarde.
Una vez que Monteverde asumió la gobernación, se apoyó en los que fueron sus ministros más importantes quienes eran: Obdulio Siri, en Gobierno, Manuel L. del Carril, en Hacienda, y Juan B. Rivera, en Obras Públicas.
Fue el estado financiero de la provincia, la preocupación fundamental de la gestión gubernativa de  Monteverde. Al mes de estar en funciones, con fecha 22 de junio de 1921, sometió a la consideración de la Legislatura varios proyectos de ley que tendían a fortificar la situación económica en general de la provincia, pero las Cámaras, absorbidas por otras cuestiones, no los consideraron.
Su mandato al frente de la Gobernación fue breve, ya que solo dispuso de un año, y este limitante que representaba el tiempo, no le permitiría desplegar la actividad organizadora de que se sentía capaz, ni desarrollar una labor tan intensa y dinámica como la que correspondería a un gobernante. Todo ello no fue inconveniente para que su gobierno tuviera un alto sentido de la responsabilidad, y un inteligente manejo de las finanzas públicas que le permitió llegar al término de su breve actuación recogiendo las simpatías generales, no sólo entre la masa de sus correligionarios, que supo unir y estimular en la acción política, sino también entre fuertes núcleos de la oposición que hubieron de reconocer su acción al frente de la provincia.
Entre los logros obtenidos durante su gestión al frente de la Provincia de Buenos Aires, podemos destacar que disminuyó la deuda pública, aunque gobernó sin presupuesto, ya los legisladores se negaron a aprobar sus proyectos.[] Fundó el Museo Provincial de Bellas Artes y creando dentro de él una sección destinada para conservar todo lo que se refiera a La Plata desde su fundación, extendió los canales de drenaje de la pampa deprimida y promovió una ley orgánica de las municipalidades.[] Aumentó también el número de alumnos en las escuelas, cubrió los cargos en el Poder Judicial ignorando las razones políticas, y extendió el Ferrocarril de La Plata al Meridiano V aun arrojando un superávit.
Buscando el mejoramiento de las instituciones oficiales, dictó nuevas reglamentaciones para inscribir en los registros del Estado las trasmisiones de dominio y para organizar el depósito de publicaciones oficiales y también el Registro Oficial; dotó de una nueva reglamentación a la Defensoría de Menores; proyectó la creación del sanatorio de montaña y el instituto del radio; estudió y licitó la construcción de un canal aliviador del Salado, de gran importancia para la extensa zona que atraviesa. Monteverde finalizó su gobierno el 1° de mayo de 1922,  día en que se efectuó la transmisión del mando al nuevo gobernador, el ex interventor José Luis Cantilo.
Más tarde, dentro de la situación interna de la Unión Cívica Radical se alineó en las filas del personalismo y a los dos años de haber abandonado la Gobernación de la provincia fue elegido diputado nacional para el período 1924-1928. Durante su mandato de diputado, proyectó un hospital para enfermos de tuberculosis en Sierra de la Ventana, la Biblioteca de la Ciudad de La Plata, que luego se incorporó a la Universidad, y el Monumento a Giuseppe Garibaldi en la Plaza Italia de Buenos Aires.[] Falleció en el desempeño de esas funciones el 28 de Junio de 1925.



Pablo Eduardo Vázquez

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